Hacer running es divertido y bueno para la salud, pero siempre resulta más entretenido algo si variamos un poco. Es por eso, que correr hacia atrás, o retrorunning, se presenta como una gran manera de hacerlo, logrando beneficios que correr hacia adelante no tiene. Claro, al hacerlo tienes que ir con más cuidado, no querrás chocar con alguien o algo:
1. Quemas más grasas
Según lo mostró un estudio realizado por la Universidad de Milán, correr hacia atrás quema mayor porcentaje de grasa corporal que hacerlo hacia adelante. Así que es un buen consejo tenerlo en la lista de ejercicios junto con la variación de ritmos.
2. Mejora el equilibrio
Al correr en sentido contrario al normal mejorarás tu equilibrio y tu visión periférica, ya que tendrás que esforzar más esas dos características para evitar accidentes.
3. Diferentes zonas ejercitadas
Ejercitarás puntos distintos a las del running normal, fortaleciendo todo tu cuerpo, sobre todo en la zona abdominal.
4. Previene y rehabilita lesiones
Un estudio realizado por la Universidad de Cardiff, Inglaterra, mostró que correr hacia atrás reduce el riesgo de padecer el síndrome de la rodilla de corredor (síndrome patelofemoral). Una clásica lesión en los runners que haciendo esta actividad se puede evitar, ya que se trabaja más la musculatura que protege la rodilla.
5. Mejoras tu carrera hacia adelante
Los corredores muchas veces impactan su talón con violencia al entrenar, algo que a la larga dañará las extremidades del tren superior. Al correr hacia atrás, con la técnica correcta, nos apoyamos en la parte anterior de pie, favoreciendo la automatizai´n de ese gesto a la hora de correr hacia adelante.