Aparentemente, a los hombres también les puede dar osteoporosis. Es uno de los hechos interesantes que publicó Pamela Hinton y sus colegas de la Universidad de Missouri en un estudio reciente, publicado en Bone.
Los hombres se llevan el 40% de las 9 millones de fracturas por osteoporosis que ocurren anualmente, y el riesgo de fractura en hombres de menos de 60 años puede llegar a ser de un 25%. Comparados con las mujeres, los hombres tienen un riesgo considerablemente mayor de complicaciones después de una fractura de cadera, incluidas una mayor morbidez, mortalidad, pérdida de la independencia, e índices de hospitalización, sin embargo los índices de tratamiento son mucho más bajos en hombres que en mujeres.
Sin duda uno tiende a asociar la osteoporosis más con mujeres que con hombres, así que es bueno saber que es un problema que atañe a ambos sexos. Los hombres adultos tienden a perder densidad ósea en un rango de 0,4 a 1,5 por ciento al año.
El estudio en sí compara distintos tipos de ejercicio, (entrenamiento de fuerza y de salto) para efectos de densidad ósea en hombres. Resulta ser que la creencia popular de que unos huesos más fuertes son producto de ejercicios que involucran peso, no era la única explicación, ya que otros factores claves hacen una gran diferencia: los impactos de movimiento brusco y el entrenamiento de resistencia que aplica peso a las áreas específicas donde la densidad ósea es más vulnerable, como las caderas o la columna.
La interacción entre estos efectos es interesante. La mayoría de los estudios concluyen que los deportistas entrenados con ejercicios de fuerza poseen una densidad ósea mayor que los deportistas de resistencia. Pero los corredores también reciben repetidos impactos de movimientos bruscos en cada paso cuando corren. Como resultado, Hinton descubrió que los corredores tienen más o menos la misma densidad ósea que los atletas que realizan ejercicios de fuerza. Los ciclistas, por otra parte, no realizan ninguno de estos ejercicios, por lo que tienden a tener una densidad ósea menor.
El descubrimiento principal es que tanto saltar como levantar pesas son ejercicios que ayudan a aumentar la densidad ósea y densidad de la espina lumbar después de seis meses, y el levantamiento de pesas además aumentaba la densidad osea de las caderas.
¿Cuál es la conclusión entonces? Que tanto hombres como mujeres corren peligro de debilitar sus huesos si no se ejercitan con frecuencia con ejercicios que los fortalezcan. Si eres particularmente propens@ a caer o en tu familia hay historial de huesos débiles, ya sabes en qué tipo de ejercicios debes enfocarte.
Vía: Runnersworld