Puede ser por algunas vacaciones, porque exceso de trabajo, porque simplemente da fastidio. Sea cual sea la razón, puede llegar un momento en que se pongas en pausa al ejercicio. Y sí, eso puedar estar muy bien. Es mejor parar cuando el cuerpo lo pide para recargar energías y volver renovado.
A pesar de eso, a muchos les preocupan las pausas porque les da temor el engordar o que dejen de ver resultados y el cuerpo de ellos también se preocupa. Hay varias reacciones que empiezan a suceder cuando se deja de hacer ejercicio. Y si bien es positivo tomar pausas, el abandonar completamente el ruedo quizás no es lo más recomendable ni para la cintura ni para la salud. En la revista Prevention reseñaron varios de los efectos que se dan en el cuerpo al salirse de la rutina de ejercicio.
-La presión arterial sube: Este efecto es bastante inmediato. La presión sanguínea sube los días que no se hace ejercicio. Los vasos sanguíneos se adaptan al flujo de sangre más lento, similar a cuando el cuerpo está en modo-flojera, y esto se traduce en lecturas más altas de la presión arterial. Pero no es nada de lo que haya que preocuparse, si posteriormente se retoma la actividad física. Cuando se vuelve al ejercicio, la presión arterial baja un poco y los vasos sanguíneos se vuelven más eficientes en una semana.
-Hay fluctuaciones en el azúcar de la sangre: El azúcar en la sangre sube cuando comemos, y baja cuando los músculos y otros tejidos necesitan energía para seguir andando. Pasar cinco días de flojera puede hacer que el nivel del azúcar en la sangre permanezca más alto según un estudio publicado en el Medicine & Science in Sports & Exercise Journal. Y una semana de ejercicio regular puede controlar estos altibajos de azúcar hasta en las personas que sufren diabetes tipo 2.
-Cansancio más rápido: Después de dos semanas de inactividad total, el nivel de VO2max (cuánto oxígeno usa los músculos) puede bajar en un 20%. Una de las razones puede ser originada por la pérdida de mitocondrias, compuestos celulares que convierten el oxígeno en energía. Lo más malo de esto, es que si se acaba de empezar algún plan de hacer ejercicio, lo poco que se había ganado, en términos de resistencia, puede desaparecer. Estas mitocondrias pueden volverse a "armar" pero requiere un poco más de tiempo de lo que te tomó hacerlas desaparecer.
-Los músculos se vuelven menos poderosos: Hasta unas semanas de flojera pueden hacer que los músculos pierdan sus habilidades quema-grasas. Un estudio publicado en el Journal of Strength & Conditioning Research arrojó que un grupo de nadadores perdió masa grasa hasta en un 12% después de un descanso de cinco semanas. Otro aspecto a considerar es recuperar la masa muscular perdida, aunque si se posee algo de entrenamiento previo no es tan difícil recuperarla como para aquella persona que nunca ha hecho ejercicios en su vida. Después de tres semanas de entrenamiento de fuerza muscular el volumen de las fibras de contracción rápida puede aumentar hasta en un 22%, según el Human Movement Science.
Pero aquí hay algo importante. Hay que diferenciar muy bien entre un reposo porque simplemente no se quiere hacer ejercicio a un reposo médico, es decir, cuando de verdad se tienes que parar por prescripción médica.
Si bien ya hay muchos doctores que incorporan actividad física a las pocas horas de que las personas pasen por cirugías, es muy importante seguir sus indicaciones. Tu meta como atleta -y persona- cuando estás recuperándote es esa, recuperarte. No es estar pensando en el músculo perdido, en la grasa ganada o en la fuerza que ya no te acompañará en el gimnasio. Y los reposos pueden venir por cosas que van desde gripes muy fuertes, infecciones o lesiones. Sea cual sea, debes seguir las instrucciones de tu médico o consultar una segunda opinión, si tienes dudas.
Mientras dura el curso de tu descanso, haz eso, descansa. Y cuando quieras "volver al ruedo" pregúntale a tu médico si lo puedes hacer de manera inmediata o si debes esperar un tiempo. Por eso ellos estudiaron bastante, y por eso tú acudes a ellos. Y si tu cuerpo necesita descanso, no dejes que tu mente te diga lo contrario.
Imagen CC Craig Sunter.