¿Cuántos de ustedes elongan durante sus entrenamientos? Y no me refiero a hacer que se estiran y no sentir el tirón en las piernas o brazos por miedo a sentir el dolor. No, me refiero a estiramiento profesional y que de verdad valga la pena. Sinceramente, creo que pocos lo hacen porque no conocen el verdadero valor de su aplicación pre y post rutina. Yo también lo evitaba, hasta hace poco.
Les voy a contar algo, llevo practicando deporte desde que tengo memoria (sí, desde muy chico) y siempre he tenido el mismo problema: una pésima flexibilidad. Uno nace con la capacidad para estirarse o la falta de ella. Aún recuerdo en mi época escolar, donde un compañero de clases, que era todo lo opuesto a un deportista, tenía la increíble habilidad de la flexibilidad, así que los ejercicios de elongación los superaba como si nada. En cambio, yo que entrené desde muy chico, no era capaz de tocar la punta de mis pies o de abrir mis piernas en un gran ángulo. Era (y aún soy) un fiasco en elongación.
Nunca me molestó mucho porque no me impedía practicar deporte ni me afectaba mucho, o eso creía yo. La verdad es que ahora comienzo a darme cuenta de los efectos devastadores que está teniendo en mí, y es por eso que busco motivarlos a practicar constantemente la elongación antes y después de cualquier entrenamiento o partido de fútbol, tenis, basquetball, lo que sea.
¿Qué me ha pasado?
A medida que pasan los años, mis piernas cada vez aguantan menos la exigencia, lo que me impide rendir a placer durante mucho tiempo. Por ejemplo, durante un partido de fútbol, puedo jugar sin sentirme casado durante varias minutos, más de una hora incluso, sin embargo, las piernas comienzan a sentirse pesadas tan sólo unos minutos después de comenzar la sesión. Eso es bastante deprimente.
Pero lo anterior no es lo peor, es el efecto a largo plazo que genera una pésima flexibilidad. Llegando a la tercera edad, quizás antes, el cuerpo comienza a sentir más gravemente los problemas musculares, eso todo lo tenemos claro. Aquellos abuelos que terminan incapacitados para moverse por el dolor que les produce, es lo mismo que ahora sentimos después de una sesión de gimnasio o entrenamiento: pesar en el cuerpo y esa sensación de que nos hubiera pasado un camión por encima.
Si te parecen poco convincentes los efectos negativos que te cuento, y aún no tomarás la elongación como una rutina, aquí tienes otros datos sobre la importancia de una buena elongación:
Obviamente, evita lesiones: Una sesión previa de elongación permite que tus músculos se sientan menos exigidos a la hora de entrenar, lo que permite tomar con más tranquilidad las sesiones de alto rendimiento o partidos de larga duración -como los encuentros de fútbol con amigos que duran 2 horas-.
La elongación también es altamente efectiva para evitar el estrés ¿Por qué crees que la práctica del Yoga es tan popular? Al final, es una de las cientos de técnicas más de elongación, pero que gano popularidad por la relajación que entrega a quienes la practican. De hecho, el estiramiento no se recomienda únicamente para deportistas, los oficinistas también necesitan de estas sesiones ya que, estar sentado todo el día, también afecta a los músculos de nuestro cuerpo.
La elongación puede realizarse como gimnasia de pausa en la oficina o simplemente cuando queramos o sintamos la necesidad. No hay que considerar el estiramiento como una molesta o pérdida de tiempo, ese sería el error más grande que puedes cometer. Leí por ahí -y creo que viene muy al caso-, un comentario que decía que, así como los gatos deben estirar cada cierto tiempo, nosotros debiésemos hacer lo mismo.
Sin más que decir ¡Los invito a todos a estirar sus cuerpos diariamente! No se arrepentirán.