Muchas al correr sentimos un dolor que varía en intensidad en los costados de nuestros cuerpos, unas punzadas. Estas punzadas laterales pueden ser producidas por una sobrecarga del diafragma a causa del movimiento de los pulmones por la respiración acelerada, lo que genera espasmos en el primero de ellos y por ende, un dolor que probablemente se centra en los ligamentos que los sostienen. Otra razón puede ser una mala postura al hacer deporte.
Claro que son molestas, dolorosas y pueden hacer que decidamos desistir a una sana jornada de actividad física. Pero existen consejos que te pueden ayudar a evitar estos dolores. Aunque claro, si es muy constante esta molestia, lo recomendable sería consultar al especialista adecuado para revisar tu salud.
1. Cuida la alimentación previa al deporte
Trata que tu última comida antes de empezar a entrenar haya sido tres horas antes. A menos que claro sea un snack, en tal caso, una hora antes. Evita los alimentos altos en grasa y trata de recordar qué alimentos ingeriste previo a un entrenamiento en donde sentiste las punzadas, así puedes evitarlo para la próxima.
2. Calentamiento previo
El simple hecho de no haber calentado antes de hacer tu rutina puede generar una respiración irregular, causando que tu diafragma tenga una sobrecarga de movimiento. Preocúpate de iniciar una actividad deportiva de manera lenta y de a poco ir adaptando el ritmo a una mayor intensidad.
3. Preocúpate de tu respiración
La respiración es muy importante al momento de evitar estas punzadas. La mayoría de los runners suelen sincronizar sus respiración con sus pisadas, haciendo que cada inhales durante dos pisadas y exhales durante otras dos. Algo recomendable sería seguir un patrón 3:2, es decir, inhala por tres pasos, exhala por otros dos. Llevando un patrón impar, evitarás que un lado del diafragma sea sometido a mucho estrés. Claro que al principio te costará mucho llevar ese patrón, pero la práctica hace al maestro.
4. Cuida tu postura
Tanto como respirar bien, la postura al correr es importante, ya que al tener una mala postura se puede producir que se vean afectados los nervios que van desde la espalda baja hasta el abdomen. También, el encorvamiento a la hora de correr puede incrementar la fricción en el peritoneo, la membrana que recubre la cavidad abdominal. Ambos hechos son causados por la mala postura, así que atento a cómo corres.
5. Respira profuuuuundo para aliviar el dolor
Si todos estos consejos te están funcionando pero en algún momento olvidas hacer alguno y el dolor vuelve, lo primero sería reducir el ritmo. Si aún así, las punzadas siguen, camina mientras varías respiraciones profundas, buscando relajar los ligamentos del diafragma. Una vez recuperado, no olvides empezar de a poco, un cambio abrupto de respiración puede causar que el dolor vuelva.