Con una industria del fitness en crecimiento, e inmersos en una cultura que da mucha importancia al físico, si eres de aquellos que ama entrenar, ir al gimnasio y estar en forma, quizá sea hoy el momento ideal para convertir tu pasión en una carrera. Además de ser en general una actividad poco estresante y muy beneficiosa en términos de salud, mente y físico, el salario promedio de los personal trainers está en alza, y puedes usar tu ropa habitual. No está mal, ¿ah?
Con tantos incentivos obvios, es fácil pasar por alto otros elementos clave de un puesto como éste. Asumiendo que este es el trabajo de tus sueños, continúa leyendo 8 puntos a tomar en cuenta al momento de decidirse por un trabajo como éste.
1. Técnica en todos los detalles
Los movimientos básicos del fitness, tales como corridas, pesas, se ven y sienten engañosamente simples. Pero para un desempeño adecuado, incluso hasta los movimientos más básicos requieren conocimiento y experiencia en la mecánica y forma del cuerpo, técnica de levantamiento de peso e incluso de física, todos relacionados con el ejercicio. Si algo tan especifico como el grado en el que se doblan las rodillas durante la posición en cuclillas puede cambiar el ejercicio completo, imagina cuanto tuvo que saber un buen entrenador para poder enseñar estos movimientos. Si te gusta la idea de ayudar a la gente a manejar técnicas, o hacer un ejercicio de manera repetitiva, puede que este trabajo sea lo tuyo.
2. Estructura, datos y evaluación
Aunque está probado que el ejercicio regular ayuda a mantener el corazón saludable y a controlar el peso, todos responden a éste de diferentes maneras. No hay una “dosis” uniforme de ejercicio que traiga los mismos resultados para todos. Además de estos factores biológicos, los clientes pueden tener limitaciones de movimiento, lesiones antiguas, o quizá preferencias sobre los ejercicios que les guste más hacer. El trabajo personalizado requiere planeación y evaluación, comenzando con descubrir o ayudar a determinar las metas de cada cliente, según sus preferencias, estilo de vida, etc. y evaluando todos los datos antes de establecer un programa de ejercicios.
3. Todas las personas
Ser un personal trainer no sólo implica crear redes para atraer a nuevos clientes, sino también establecer relaciones fuertes y duraderas con ellos. Para esto es necesario tener el tipo de personalidad que disfruta sociabilizando. Imagina tu día a día entrenando una fila de clientes, enfocado en sus necesidades mientras ellos se esfuerzan por terminar su ejercitación, todo en el estimulante ambiente de un gimnasio. No estamos diciendo que se requiere tener la personalidad de una porrista, sino más bien recordando que muchas sesiones incluirán el tener que escuchar sobre las vidas de los clientes fuera del gimnasio (lo cual también puede ser gratificante).
4. Novatos, Principiantes, etc.
Las encuestas indican que el 50% de los clientes de los personal trainers tienen necesidades especiales debido a enfermedades como obesidad, artritis y diabetes, y que cerca de la mitad de éstos tienen más de 45 años y se identifican como practicantes novatos e intermedios. Esto quiere decir, que a menos que te especialices en entrenar a atletas, la mayor parte de tu tiempo pasarás explicando lo básico, enseñando a los clientes desde los primeros pasos. Y aunque tendrás que tener paciencia, verás los emocionantes logros de tus clientes, y los sentirás como propios.
5. Ciencia e Investigación
Los entrenadores son científicos que amoldan nuestro cuerpo para volverlo más fuerte, rápido y esbelto. De hecho, ejercitarse con un personal trainer siguiendo un plan estructurado tiene mejores resultados que ejercitarse solo. Para poder ayudar a los clientes a alcanzar sus metas, los entrenadores deben entender tópicos relevantes en ciencia, fisiología y anatomía (por ej. El rol del sistema endocrino en el ejercicio, o crear musculo y perder peso), entender cómo evaluar adecuadamente a la gente que entrenan. Si eres de las personas que les gusta aprender y crecer con sus clientes, es un indicio de que podrías llegar a ser un buen personal trainer.
6. Aliento constante
La inteligencia emocional describe la capacidad de relacionarse con otras personas, y está caracterizada por habilidades como conciencia de uno mismo, habilidades sociales y empatía. Mientras más alto el nivel de IE, mejores somos en liderazgo, trabajo en equipo y crear lazos con otros. ¿Qué tiene que ver esto con un personal trainer? Puedes llegar a tener un cliente que se desanime fácilmente, otro estresado, otro mal genio, etc. Serás responsable de ayudar a estos clientes “difíciles” a que cumplan sus metas, y será aún más enriquecedor.
7. Guiando con el ejemplo
Es uno de los temas que provoca más división de opiniones entre los personal trainers. ¿Deben ser súper musculosos? ¿Delgados? ¿Término medio? No hay acuerdo en este punto, lo que si hay que tener en cuenta, es que el PT tiene que mostrar ejercicios a los clientes día tras día, y además tener la energía suficiente para animarlos. Teniendo en cuenta que muchos clientes ven a sus PT como modelos de seguir en términos de vida saludable, debe tener menos relación con los músculos y más con lucir y sentirse saludable y enérgico.
8. Estar al día con la tecnología disponible
Ser un entrenador requiere saber, entender y poder programar todo tipo de ejercicio para lograr las metas e intereses de los clientes. También tendrán que diferenciar las tendencias de las modas. La manera en que nos ejercitamos ha ido cambiando con el tiempo y gracias a la tecnología en expansión disponible, surgiendo cada vez nuevas técnicas, aplicaciones etc. y es misión del entrenador el dilucidar cuáles sirven y cuáles no.
Vía: Greatist