El ejercicio es parte fundamental de la vida de cualquier ser humano, pero estar sano o en forma y perder grasa tiene que ver también con la alimentación. Y si estás visitando esta página, esa idea ya la tienes en la mente. El ejercicio realmente te hace sentir bien por dentro, por las endorfinas que liberas con él. Y si ya captaste que en realidad tienes que hacer ejercicio para tu bien, seguramente también estarás pensando en cómo aprovechar mejor tu rutina, y en qué momentos del día se te dará mejor el ejercitarte. Aquí te decimos cuándo es mejor hacer ejercicios:
-Cuando te sientas mejor: La verdad es que cualquier ejercicio es bueno. Pero si te haces las cosas mal, puedes hacer de tu experiencia de fitness toda una tortura. Programa tu entrenamiento para el momento del día donde tengas las energías para hacerlo, porque hacerlo por la mitad, es lograr la mitad de resultados. Tan simple como suena, el esfuerzo es lo que te acercará a tu meta. Yo soy una persona muy mañanera, tanto que me gusta hacer ejercicio de madrugada. Puedo concentrarme bien, no tengo distracciones y me da la energía no solo para mi entrenamiento sino que también me deja activa el resto de mi jornada laboral. Me acuesto temprano y me levanto temprano y eso me funciona. Pero sé que muchas personas sienten que hacer ejercicio en la mañana es tan malo para sus cuerpos como la kriptonita. No se sienten motivados y les hace falta fuerza, tanta que no hay café que sirva. Entonces, si eres de esas personas vespertinas o nocturnas, sabes que cuando empieza el PM en el reloj es el momento de armar tu horario de entrenamiento. Si bien hay estudios que señalan que el hacer ejercicio en la mañana da una ligera ventaja fisiológica para la pérdida de grasa y el aumento del metabolismo, ninguno de ellos puede más que la ventaja psicológica que tienes al momento de decidir hacer ejercicio.
-Cuando tengas tiempo: Si bien el humor y el ánimo es lo que vale para tu entrenamiento, hay personas que simplemente tienen que "apretar" su sesión de ejercicio en el poco tiempo que tienen. Es decir, no puedes ponerte exigente contigo mismo, si el tiempo apremia. Y lo que pasa es que el horario es la mayor excusa que utiliza la gente para decir "no tengo tiempo de hacer ejercicio". Pero como dicen por ahí, mientras tu piensas eso, una persona más ocupada que tu ya corrió 10 Km hoy. Aquí es cuando tienes que hacer uso de tu ingenio y paciencia. Ingenio acomodando tu horario, puede ser levantándote cada día más temprano (lo que implicará irte a la cama más temprano también), inscribiéndote en un gimnasio que te quede cerca de tu casa o del trabajo y donde tengas facilidades de horario o simplemente haciendo ejercicios en tu casay comprándote los implementos que necesites. Si tienes las ganas, puedes hacerlo.
-Hacer ejercicio en la mañana: Este es mi horario favorito. Puede que en la mañanas sientas que ni tu cuerpo ni tu mente están muy despiertos, pero la verdad es que el ejercicio matinal puede que te enfoque. Tienes menos oportunidades de estar distraído en la mañana que a cualquier hora del día y te puedes enfocar en lo que haces, no en lo que pasó en tu jornada, ni en por qué tu polol@ no te atendió el teléfono, etc. La otra ventaja es que hay algunos estudios que han mostrado que aquellos que hacen ejercicio en la mañana queman más calorías que quienes hacen ejercicio a otra hora del día. Para mí la mejor ventaja es que después del ejercicio matinal puedes decir "ya salí de eso". Así te salvas de todas las excusas de "no tengo tiempo", "salí tarde del trabajo", "había mucho tráfico", "ya empezó la teleserie" etc, etc, etc...Haces tu sesión de ejercicio y tienes el resto del día para acomodar tu agenda. La desventaja que podemos encontrar en hacer ejercicio a estas horas es que los hagas sin el combustible adecuado o que tu sesión esté basada solo en cardio de baja intensidad, para quemar grasas, pero no considere un plan de entrenamiento que incluya fortalecimiento. Para mí la solución es tomar una pequeña merienda antes de empezar, hacer ejercicios metabólicos o circuitos donde hagas cardio y pesas al mismo tiempo y tomar tu desayuno a penas termines tu sesión. Si no sientes que esto es lo tuyo, trata de darle una vuelta porque la verdad es que somos animales de costumbre. Todo lo que hacemos de forma repetida, se vuelve un hábito (y en algunos casos, un vicio). Hacer ejercicio temprano te puede parecer un sacrilegio de horas desperdiciadas de sueño, pero verás que al ir poniendo el despertador más temprano, tu cuerpo se irá adaptando. Y sí, también te irás a la cama más temprano, por lo que no habrá tal cosa como horas perdidas de sueño. Verás que cuando ya lleves unos meses en esta rutina, te sentirás raro cuando no empieces el día sudando. Haz la prueba.
-En la tarde/noche: Si eres una persona vespertina o nocturna, también tendrás la ventaja de sentirte energizado al hacer ejercicios. Tienes la ventaja de poder soltar todo el estrés acumulado durante la jornada (si haces boxeo, puedes descargar tu ira en el saco y no en la cara de tus compañeros o jefe), puedes hacer tu entrenamiento con más intensidad ante la falta de sueño y muy a pesar de lo que la gente piensa, el hacer ejercicio de noche no saboteará tu sueño. Un estudio de la National Sleep Foundation encontró que las personas que hacen ejercicio de tarde/noche duermen mejor. Eso sí debes evitar bebidas y suplementos energizantes durante la tarde para no alterar tus patrones de sueño. La otra ventaja tiene que ver con tu tanque de combustible. Tu podrás hacer sesiones más intensas si tienes el tanque de glucógeno muscular lleno. El glucógeno se recarga principalmente por hidratos de carbono, y se extingue muy rápidamente con el ejercicio, la actividad cerebral, y todo lo que hagas en el día. Esto significa que fluctúa a lo largo del día y siempre es más alto después de digerir una comida que contenga carbohidratos. Por ende tu cuerpo estará con el tanque "lleno" al final de la tarde o al principio de la noche, si hiciste un día de buena alimentación. Hacer ejercicio por la tarde también tiene desventajas, y es que relacionado al mismo punto anterior, muchas veces no nos alimentamos bien durante el día. Comemos mal y de manera desorganizada. El problema de eso que llegar a tratar de darlo todo en el gimnasio, nos dispara en contra y muchas veces rendimos la mitad. Otro problema es que hacerlo en la tarde puede ser una traba para tu vida social o simplemente una actividad que siempre pospongas dependiendo de qué tan complicada esté tu agenda.
Pero la verdad es que quien quiere, puede. Y escoger tu mejor horario de ejercicio depende de estas variables y por supuesto, de las ganas que tengas de llegar a tus metas.
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