Hay quienes no progresan porque no entrenan lo suficiente o no comen lo adecuado. Pero hay quienes tampoco lo hacen porque entrenan mucho y no descansan lo suficiente. Ellos podrían no estar aprovechando los beneficios de la supercompensación.
Cada vez que entrenamos fuerte, sobrecargamos nuestras articulaciones, músculos y nuestro sistema cardiovascular, de modo tal que nuestra capacidad física se torna, por algunas horas, menor a nuestro nivel previo al entrenamiento.
Durante dicho proceso, el cuerpo se prepara para otra sobrecarga de igual o mayor intensidad generando un crecimiento muscular y otras adaptaciones que hacen que los músculos sean más eficientes. Así, el cuerpo estará preparado para entrenar más fuerte y para realizar entrenamientos más rápidos y más resistentes. Esa adaptación es la que se conoce como supercompensación. Pero esta, se ve mermada bajo ciertos factores.
1) Si no se descansa lo suficiente: Si usas tus fuerzas una y otra vez sin la adecuada recuperación entre cada entrenamiento o competencia, podrías provocar un estado de fatiga crónica, cansancio que evidentemente se resentirá en cada entrenamiento e incluso en situaciones de la vida cotidiana, a través de sueño permanente y fatiga muscular, entre otras señales.
2) Si descansas demasiado: como todo en la vida, ningún extremo es conveniente. Si se descansa demasiado entre cada sesión de entrenamiento, por muy exigente que esta sea, los efectos de la supercompensación habrán pasado y se habrá vuelto al estado inicial. Por cierto, no hay que considerar si se ha corrido un maratón.
¿Cómo se logra este equilibrio entonces? La clave es aprovechar la mejora de cada sesión para iniciar la siguiente, en el momento adecuado. Cada uno posee distintos niveles de recuperación y adaptación, y sin lugar a dudas, esos tiempos serán muy diferentes entres corredores amateurs y atletas de élite, pero cada uno debe saber escuchar a su cuerpo. Como recomendación general, no es conveniente realizar dos actividades intensas en días consecutivos. Las sesiones de fuerza, por otro lado, conviene espaciarlas dejando un día completo de descanso entre ellas.
Y para las competencias, siempre es mejor llegar un poco falto de entrenamiento, que un poco "excedido" de rodajes y series, puesto que en el primer caso, se puede optar a una adaptación progresiva al nivel máximo del corredor, mientras que en el segundo, probablemente nunca se llegará a dicho potencial, durante la competencia.