La verdad es que hay muchos atletas abstemios. Pero hay otro gran número de personas que disfrutan de uno u dos(o tres o cuatro) tragos y creen que esto no llega a afectar su rendimiento deportivo. Pero el alcohol, además de dejarte propenso a decir tonterías y a bailar sin ritmo, puede afectar negativamente lo que sucede dentro y fuera de tu sesión de entrenamiento, perjudicando el rendimiento y la fuerza, y con ellos los avances a nivel deportivo. Asunto que cobra mayor relevancia en ocasiones de celebración.
Los atletas necesitan energía, sea cual sea tu área de desempeño deportivo. El alcohol no puede ser almacenado en forma de energía en los músculos, porque no es un nutriente, por lo que se almacena en forma de grasa. El efecto del alcohol sobre el hígado también puede causar una escasez de oxígeno, lo que interfiere con la producción de la síntesis de energía directa para los músculos.
El alcohol también dificulta la metabolización de los hidratos de carbono utilizados para producir energía. Los estudios han descubierto que beber alcohol antes de hacer ejercicio puede inhibir la circulación de la glucosa que el cuerpo utiliza para obtener energía. El alcohol también puede hacer que el páncreas secrete sus enzimas digestivas dentro de sí mismo en lugar de enviarlas al intestino para digerir los nutrientes adecuadamente. Esto puede inflamar el páncreas y detener el transporte de nutrientes claves a través de la sangre.
Por si fuera poco, el alcohol también hace que te deshidrates. Efecto diurético del alcohol también aumenta la necesidad de orinar, resultando en la pérdida de electrolitos. Esto no sólo prolonga la recuperación muscular, debido a la disminución del flujo sanguíneo en los músculos, sino que también puede aumentar el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor, como los golpes de calor. De lo que podemos sufrir más durante el verano.
El alcohol también puede retrasar todos tus progresos creados en la sala de pesas. Por ejemplo, puede disminuir los niveles de la hormona del crecimiento humano (HGH), que es la hormona que ayuda al cuerpo a construir músculo. Y esos cocteles que tanto disfrutas pueden incluso interferir con la digestión de proteínas y su absorción.
Y claro pensarás que esto se refiere solo a utilizar una bebida alcohólica como si fuese isotónica, pero no. El alcohol puede mantenerse en la sangre, incluso después de una buena noche de descanso. Y si la noche de carrete fue muy dura, estos efectos durarán mucho más.
Sin embargo, no todo es trágico. En la moderación puedes encontrar el equilibrio y el alcohol en su justa medida puede tener efectos positivos para tu cuerpo. Eso sí, el alcohol no va de la mano con la pérdida de peso. Las bebidas alcohólicas están cargadas de calorías vacías que se pueden acumular fácilmente como grasa. Pero si quieres tomar durante estas fiestas, sigue estas indicaciones:
-No tomes "licores": A la hora de escoger que tomar, el vino y la cerveza son mejores para tu cuerpo. La cerveza tiene bajo contenido alcohólico (mejor para tu hígado) y el vino tinto tiene un antioxidante que se llama resveratrol, que se encuentra en la piel de la uva.
-Es bueno para tu corazón: La cerveza y el vino pueden bajar tu riesgo de enfermedad cardiovascular, según el American Hearth Association Journal. Claro, otra vez la palabra clave es moderación.
-Vete por lo clarito: Los licores oscuros tienen más congéneres, que son unos compuestos tóxicos que se forman durante la fermentación y hacen que la resaca sea diabólica. Están más en los licores en este orden: coñac, ron, whisky, vino blanco, ginebra y vodka. El vino tinto también lo tiene y por eso es tan importante la moderación.
-Come un snack o una comida nutritiva: Hazlo antes de tomar. Esto te ayudará a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre y previene los antojos que normalmente consideran comida alta en grasas una vez que empiezas a beber.
-Trata de no empezar a beber temprano: Si vas a tomar durante las fiestas, trata de no comenzar a hacerlo desde las primeras horas del día. Si te invitan a una fiesta que empieza temprano, trata de tomarte los traguitos más tarde. Espérate un rato antes de empezar a brindar.
Y si vas a tomar durante estos días, tienes que pensar en tus metas deportivas. Si tu objetivo es ir a una competencia importante el 2 de enero, quizás debes repensar cómo será tu celebración del 31 de diciembre. Y también recuerda que disfrutar no tiene que significar beber hasta desmayarte.
Imagen CC Pedro J Pacheco.