Muchos prefieren realizar ejercicios por la noche, ya que en la mañana deben levantarse temprano para ir al trabajo, universidad o colegio. El ejercicio de noche les ayuda además a botar el estrés del día, respirar aire puro y llegar a la casa cansados para darse un baño y dormir. Pero otros, sufren el efecto contrario. En vez de quedar cansados, quedan más activos con el ejercicio. Acá repasamos algunos tips para poder plácidamente después del ejercicio.
1) Entrenamientos intensos en días con más tiempo
Si entrenas en forma habitual, debes saber que no todos los entrenamientos tienen la misma intensidad. Tampoco deberías juntar dos sesiones de alta intensidad o entrenamientos de calidad, en días consecutivos. Pues bien, a la hora de distribuir tus entrenamientos y días de descanso procura hacerlo según tu capacidad de tiempo y tu cansancio. Si un día sales antes y tienes más tiempo libre, te conviene realizar un entrenamiento de calidad como un fartlek, series o ascensos en cerro corriendo o en bicicleta. Si en cambio posees poco tiempo libre, procura hacer una sesión de trote suave, caminata o bicicleta en zonas planas, incluso puede bastar con practicar tu técnica, entrenamiento cruzado o con algunos ejercicios de fortalecimiento.
2) Finaliza en forma pausada
Independientemente de si realizaste una sesión suave o intensa, termina tus entrenamientos de forma progresiva. Vale decir, si vas corriendo, no pares en velocidad. Trota y camina unos cuantos metros, hasta recuperar el aliento. Si vas en bicicleta, disminuye la velocidad al finalizar o incluso déjate llevar por la velocidad que llevas en ese momento.Termina siempre con elongaciones. Estas debieran prolongarse por al menos durante 20 minutos, sesiones en que deberás olvidarte del dolor propio del ejercicio y de los estiramientos para relajarte. Las posturas de yoga y la música de relajación, más un baño de agua caliente son fundamentales para conseguirlo.
3) Snack antes de dormir
Cada vez que tu cuerpo entrena, consume energías. Ya sea glucosa, en el caso de los entrenamientos anaeróbicos o grasas, en el caso de los aeróbicos. Ahora bien, esa energía debe ser repuesta y con mucha mayor razón si es que no se volverá a comer hasta dentro de siete u ocho horas más. Por eso es recomendable consumir snacks antes de conciliar el sueño. Un snack saludable es la leche que contiene carbohidratos y proteínas. Otros snacks que puedes consumir para conciliar el sueño son la avena, el plátano, el yogur, el queso, el pan integral, el pavo y el pollo. Combinar estos alimentos de forma adecuada pueden ayudarte a dormir placenteramente.
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