Ya sea para bajar de peso, para cuidar la salud, para encontrar una actividad de esparcimiento o simplemente para aprovechar el tiempo, el running es un actividad que cada vez más común entre las personas. Sus pocas barreras de acceso -solo se necesita ropa y zapatillas deportivas- hacen que muchos se atrevan a partir en este deporte. Pero una lesión -común antes de los tres meses de entrenamiento- o la falta de conocimientos pueden mermar la práctica deportiva. Por eso acá te entregamos algunos consejos para comenzar a correr.
1. Inicia con un chequeo médico y un calzado adecuado
Antes de iniciar cualquier actividad deportiva, es necesario realizarse un estudio médicos para descartar problemas cardiacos o de otro tipo. De hecho este chequeo es conveniente realizarlo al menos una vez al año, especialmente si poseen antecedentes de enfermedades hereditarias relacionadas. También es conveniente conocer el tipo de pisada para elegir un calzado adecuado. Estos tests de pisada se puede realizar en centros médicos o en tiendas deportivas especializadas.
2. Programa tu plan de entrenamiento
Una de las cualidades requeridas para la práctica deportiva es la constancia. No se avanza mucho corriendo una vez a la semana. Un ideal es salir a correr tres veces a la semana para los corredores amateurs. Las sesiones se pueden intercalar con días de descanso y aquellos en que se tenga mayor tiempo disponible.
3. Comienza con pocos kilómetros
Una persona sedentaria probablemente podrá correr como máximo unos tres o cuatro kilómetros o unos 35 o 40 minutos sin parar. Lo normal es mucho menos incluso, 15 minutos pueden ser más que suficientes. No es recomendable forzar el cuerpo al punto a correr muchos kilómetros durante un solo día y luego tener que parar por varios días consecutivos para reponerse. En este periodo que el cuerpo se acostumbre a la actividad física. Así que comienza con 3 o 5 minutos de caminata y después trota hasta agarrar un ritmo que te permita correr sin parar.
4. Baja frecuencia semanal
Por mucha motivación que se tenga al principio, no es recomendable partir corriendo todos los días, ya que esto puede inducir a lesiones debido a la falta de preparación de la musculatura y la falta de costumbre al impacto en las articulaciones. Comenzar con una y realizarlo hasta tres veces a la semana es lo prudente.
5. Fortalecimiento
Al igual que cualquier deportista en su especialidad, no solo de running vive el corredor. Es necesario complementar el trote con un trabajo de fortalecimiento, ya sea con ejercicios caseros, gimnasio, escaleras o ascensos en cerros.
6. Calentamiento
El calentamiento te puede ayudar a prevenir lesiones causadas por movimientos inesperados o desniveles. El calentamiento y los estiramientos le darán a tus músculos la viscosidad necesaria para tu entrenamiento. Elongar después de la práctica ayudará a relajar tu musculatura, prevenir dolores y lesiones y a mejorar tu técnica de carrera.
7. No pares de golpe
Trata de volver a calma de a poco controlando tu respiración, caminando algunos metros y realizando estiramientos.
8. Deja de fumar
Si hay algo que necesita cualquier corredor, además de sus piernas, son sus pulmones. Dejar de fumar es casi una obligación ética para cualquier corredor, por sus exigencias de aire al momento de correr.
9. Hidratación
Hidratarse correctamente antes y después de un entrenamiento es fundamental. El agua es esencial, pero también las bebidas isotónicas puedes ayudar a recuperar otros minerales como el sodio, el potasio y el calcio, que controlan los impulsos nerviosos y con ellos las contracciones musculares.
10. Corre con amigos
Si no te gusta correr solo o si te falta motivación, corre con amigos. Si prefieres correr solo también puedes escuchar música, pero ojo con el tránsito.
Imagen CC Juanedc