Los primeros días siempre son complicados y la primera vez en el gimnasio no es la excepción. Puede ser que nunca hayas sido cercano a cultivar tu cuerpo o puede que hayas estado vinculado al deporte desde antes, pero no el conocer el lugar, saber que serás “el nuevo” y que quizás no sabes utilizar bien la mayoría de las máquinas, puede resultar amenazador para cualquiera. Pero tranquilo acá te dejaremos algunos consejos para afrontar ese primer día.
Antes de empezar:
Si aún no seleccionas tu gimnasio, debes saber para qué lo quieres: bajar de peso, fortalecer, cardio y pesas, ir a alguna clase puntual, prepararte para alguna competencia específica u otro. Con eso claro, lo siguiente ver en qué horarios tienes disponibilidad para ir y por supuesto la conveniencia de que esté ubicado en un punto cercano a tu hogar o a tu trabajo.
El primer día
-Pregunta todo lo que no sepas: Puede parecer molesto, pero la verdad es que es completamente normal que no sepas dónde está ubicada una instalación o si necesario traer candado o que incluso te enseñen a usar una máquina. La clave está en tratar de recordar o registrar aquellas cosas que se te puedan olvidar como la forma de utilizar un aparato o el peso y las series con que trabajaste la última vez para después subir progresivamente tu exigencia. Una corrección de postura puede ayudarte además a evitar lesiones o dolores molestos durante los días siguientes.
-Copiar no siempre es la mejor opción: existen algunas técnicas de posturas que puedes conocer por tu experiencia previa como deportista o simplemente señales de dolor que envía tu cuerpo cuando estás realizando mal un ejercicio o con un peso muy grande. Aplica esos conocimientos, ya que imitar a otro en el gimnasio puede resultarte perjudicial. Y si algo te provocas duda, considera el primer punto de este artículo. Compartir experiencias con otros o con algún entrenador del gimnasio puede resultarte enriquecedor para tus entrenamientos.
-Considera un personal trainer temporal: Si a pesar de tus conocimientos y tu sociabilidad, aún tienes dudas o miedos respecto a tu desempeño en el gimnasio o simplemente prefieres ser asesorado por un profesional desde el principio, considera asesorarte por un personal trainer. Salvo que seas un deportista profesional, no es necesario que lo contrates para siempre o por un año o por seis meses. Una buena técnica es contratarlo por un periodo corto que puede ir desde uno a tres meses para aprender a usar las máquinas y sacarle provecho con conocimientos sobre cargas, series, posturas, tiempos de descanso, cantidad de días de entrenamiento, ejercicios con peso libre y hasta recomendaciones sobre suplementos. Una vez que adquieras esos conocimientos tendrás mucha más confianza para desarrollarte solo en el gimnasio de acuerdo a tus objetivos.
-Entrena en forma controlada: A pesar de que lo ideal es entrar al gimnasio con un plan de entrenamiento, puede que no lo tengas definido desde el primer día. Por ello es importante no perder el control en los primeros entrenamientos. Si llevas más de una hora o una hora treinta, preocúpate, ya que estás sobrepasando el tiempo máximo recomendado y el exceso de ejercicio solo te llevará al cansancio, a las malas posturas y a las lesiones. La mayoría de los gimnasios nacionales ofrecen una clase gratuita de evaluación y una pauta inicial de entrenamiento acorde a tus objetivos. En otros casos puedes pagar una suma mínima por una evaluación que puede ser conveniente tomar tanto para tener un referente de tu punto de inicio como para tener una primera guía de ejercicios.
Si estás a punto de comenzar en el gimnasio, anímate con estos consejos que te pueden ayudar a comenzar con el pie derecho.
Imagen CC Universidad de Navarra