El yoga es una disciplina que día a día está captando más adeptos. Esto, porque su práctica conjuga esfuerzo físico (que se puede reflejar en un cuerpo esbelto) con el técnicas de respiración y concentración que llevan a más de uno a sentirse en un estado, digamos, más elevado. El yoga es para muchos, la mezcla perfecta de bienestar entre cuerpo y alma.
Y si bien estamos acostumbrados a ver a chicas paseando por la ciudad con sus mats en hermosos y coloridos bolsos en la espalada, cada vez más vemos a hombres que se están dedicando a esta disciplina, por los beneficios anteriormente expuestos y porque para muchos, es una manera de trabajar los músculos y la flexibilidad de una manera que no lograrían en un gimnasio tradicional levantando pesas.
Y la verdad es que esta disciplina no es extraña al género masculino. Muchos de los maestros más distinguidos y de las ramas más fuertes de esta disciplina, son hombres. Bikram Choudhury, el creador de la rama "caliente" del yoga, estuvo en Chile en el 2012, y en las últimas exposiciones de Yoga de Santiago, muchos de los "yoguis" que guiaron clases multitudinarias, eran chicos.
Los famosos también han caído encantados en esta disciplina. Actores de Hollywood como Matthew McConaughey, Tobey Maguire y el rapero Russell Simmons son abiertos acerca de sus prácticas de yoga y cómo este deporte ha cambiado su vida positivamente. El cantante Sting, dice que puede hacer cosas con su cuerpo que ni soñaba hacer de adolecente, gracias a la práctica religiosa de esta disciplina.
En Santiago, Rodrigo Parra practica Yoga Iyengar en el estudio Sadhana Yoga de Las Condes. El, vegetariano por convicción desde hace 20 años (cosa que muchos ven ligada al yoga pero no es requisito Sine qua non para practicarlo), lo ve como una disciplina que está completamente ligada a su estilo de vida y manera de pensar. "Para mí el ejercicio es más que un fin estético, y con el yoga, aunque trabajo mis músculos de una manera que no hice durante mis años en que corría y levantaba pesas, tengo el plus de sentir que limpio mi mente y alma de problemas y el estrés que me ataca cada día. Salgo de las clases adolorido, porque muchas de las posturas que practicamos son bastante avanzadas, pero con una sensación de paz mental que no había encontrado en ningún otro ejercicio".
Sergio Jagua, que actualmente vive en Toronto, Canadá, empezó a practicar Yoga en su natal Colombia más que por un fin físico o espiritual, por un problema de salud: "Soy diseñador gráfico y paso horas sentado en una computadora diseñando, boceteando, jugando con colores... En fin, estar sentado todo el día hizo añicos mi espalda. Un día un amigo me comentó que estaba haciendo yoga con una profesora particular, y que las clases eran pequeñas y agradables. Y que el también había sentido que su espalda había mejorado. Estuve escéptico por varias semanas hasta que le di la prueba. Era una clase pequeña de 6 personas y la profesora se dedicaba a enseñarte cada posición, y sentí como día a día mi dolor de espalda mejoraba". Ahora viviendo en esa ciudad del norte, busca su alivio a través de la computadora. "En youtube encontré el canal de Tara Stiles, y con eso he mantenido mi práctica activa en la sala de mi casa".
Daniel Duque, venezolano que actualmente reside en Murcia, empezó su práctica en el Centro Corphus Menti de la capital venezolana. "Estuve trabajando ahí como director de prensa y las clases eran gratis", comenta. "Me gustaron tanto, que pedí permiso para tomar unas clases más avanzadas hasta que me pude titular como profesor en Vinyasa Flow Yoga". En ese momento, las comunicaciones pasaron a un lado y dedicó su vida profesional a la enseñanza de esta disciplina, cosa que hace de manera Freelance en España. El recalca entre los beneficios del yoga el control de todas las partes del cuerpo, además de ser una buena herramienta para conseguir unos músculos y unas articulaciones jóvenes por más tiempo. "Yo siempre fui una persona muy acelerada, todo en mi vida era a velocidad máxima. Con el yoga encontré el desafío físico y el más profundo, el mental que me hizo centrarme en mis pensamientos y mi respiración, y es lo que ofrezco a mis alumnos: la conjunción de su cuerpo y alma, mientras llevan a su cuerpo a límites que no pensaban posibles".