No sé si es el calentamiento global, la ciudad o alguna otra explicación científica, pero estamos viviendo uno de los veranos más cálidos y cada año parece que se va poniendo peor la cosa ¡Nos derretimos! El sol potente no solo trae efectos negativos a nuestra piel, a nosotros como deportistas nos puede afectar mucho más. Sin ir más lejos, en el Abierto de Australia 2014 los tenistas sufrieron con las altas temperaturas y muchos tuvieron que retirarse. Si ellos son atletas de alto rendimiento, imaginen qué puede pasar con nosotros, los deportistas amateurs.
A pesar de las altas temperaturas, muchos prefieren la época de verano para hacer ejercicios para disfrutar del aire libre, de un día claro y en mayor contacto con la naturaleza. Por eso es que hoy más que nunca debemos cuidarnos, porque el sol no perdona y los termómetros están en sus puntos más altos.
¿Cómo nos puede afectar el calor? En primer lugar, obviamente, con la deshidratación. Este es uno de los efectos más comunes cuando entrenamos con el calor sobre nuestra cabeza. Pensamos que podemos entrenar de igual forma, pero no es así. No es difícil darse cuenta cuando uno está sufriendo las consecuencias de la deshidratación. Dolor de cabeza es el principal síntoma, acompañado de mareos y especialmente una sensación de frío en el cuerpo. Uno nota de inmediato los efectos así que, cuando eso ocurre, es mejor detenerse.
Puedes enfrentarlo y tratar de cumplir la meta, pero te estás arriesgando a sufrir un desmayo que puede terminar en algo más que una simple caída. En serio, cuídate.
Consejos para sobrevivir a la ola de calor
- Entrena lo más temprano posible. Intenta adaptar tu rutina de ejercicios a la mañana, así no te toparás con el sol en su máximo esplendor y partirás el día con todas las energías posibles. Por experiencia personal, recomiendo que eviten el calor de mediodía en adelante, eso es ser un "suicida".
- No olvides el agua. Si no estás acostumbrado a llevar tu botella de agua cada vez que trotas, es hora de que comiences a hacerlo. No es una carga, para nada. Yo desde que comencé a hacer ejercicios tomé como rutina cargar con líquido para enfrentar cualquier momento en que me sienta deshidratado que, insisto, es una de las cosas que más afecta a los deportistas, no importa que tan profesionales sean.
- Prueba la natación. Si no puedes con ellos, úneteles. Así de simple, prueba a cambiar de ejercicio y únete a algún club de natación, o simplemente ve a alguna piscina municipal o en el departamento donde vives. Nadar es uno de los ejercicios más completos que existen, así que te recomiendo a ciegas esta opción. Ni siquiera necesitas hacerlo de forma deportiva, yendo un par de días a recrearte y nadar un rato, ya estás exigiendo a tu cuerpo al nivel de un trote matutino.
- La noche también es una opción. En el verano, muchas personas, gimnasios y otros grupos crean eventos para ejercitar en grupo, así que es un buen momento para darle oportunidad a los entrenamientos nocturnos. Lo mejor es que después de una sesión de ejercicios, la cama nos estará esperando con los brazos abiertos, al menos que la fiesta los llame.
- Ah, un consejo aparte ¡NO OLVIDES EL PROTECTOR SOLAR! Mi espalda momentáneamente color tomate te lo recomienda.