Al hacer deporte, solemos desmotivarnos al ver que no importa cuánto entrenemos ni cuánto nos esforcemos, no parecen notarse los resultados de ello. Puede que estés en un error, ya sea de enfoque de tu ejercicio o la manera en que buscás resultados, porque si no estás logrando lo que deseas, tienes que mantenerte positivo y buscar un cambio en tu rutina deportiva o fijarte en los pequeños cambios de tu cuerpo, ambas cosas pueden hacer la diferencia.
1. Encuentra el entrenamiento para ti
No todos los deportes o rutinas están hechas con los mismo fines. El ejercicio que elijas dependerá totalmente del objetivo que tengas en mente lograr. Es por eso, que además de tener en cuenta la alimentación, es importante fijarse bien en el entrenamiento que se está haciendo y si no sabes cómo conseguir dichas metas, pregúntale a un entrenador o revisa consejos en Internet que te darán una mejor guía.
2. Busca pequeños cambios
Claramente no te convertirás en "La Roca" o en un modelo en un par de semanas, pero si te fijas bien, a medida que avanzas en tu entrenamiento, te irás dando cuenta de pequeños resultados en los cuales debes encontrar motivación.
Luego de un mes haciendo running, ¿te das cuenta que te cansas menos al subir las escaleras?; después de interiorizarte en una rutina de pesas ¿las bolsas del supermercado se hicieron más livianas que antes?; ¿tuviste que hacerle un nuevo agujero a tu cinturón porque te quedaba grande? Esos son ejemplos de pequeños detalles que pueden ser el inicio de un cambio físico a mayor nivel.
3. Tómate fotos
Las fotografías pueden ser un buen registro para ir notando los avances y motivarse. Tómate una contra el espejo y guardarla, una semana después, repite la acción y compara la imagen con la anteriormente tomada. Al ir avanzando con una rutina, te darás cuenta del progreso viendo las diferencias de tu cuerpo en la primera fotografía y la de dos meses después.
4. Mantente al tanto de tu peso
Es importante saber con cuánto peso se partió el entrenamiento y cuánto se pierde por semana. Aunque el descenso sea muy leve, los resultados se empiezan a notar.
También tienes que fijarte si estás ganando peso ya que puede que ahora estés generando músculo, que pesa más que la grasa y ocupa menos espacio, o que estés haciendo algo mal dentro de tu rutina.
Además, es importante saber cuál es la cantidad de grasa corporal con la que se empezó y, al igual que con el peso, ver cómo es el avance que se está obteniendo.
5. Toma tus medidas
Usa una cinta métrica para tomar las medidas de tu cintura y el resto de tus músculos, para fijarse si se está logrando bajar de peso o si el músculo que estás trabajando tiene algún cambio de crecimiento.