Es el segundo míneral más abundante en el organismo, después del potasio, y no es casualidad. El magnesio funciona en más de 300 procesos químicos que mantienen funcionando el cuerpo. siendo su principal función la obtención de energía, tanto aeróbica como anaeróbica.
El ATP es la principal fuente de energía en el ejercicio físico, y su síntesis depende de unas enzimas llamadas ATPasas. Para funcionar, esas enzimas requieren magnesio. Su déficit aumenta la frecuencia cardíaca, el consumo de oxígeno y la cantidad de oxígeno utilizado.
Es por eso que se hace necesario consumirlo en cantidades óptimas. El magnesio se puede encontrar en altas cantidades en alimentos ricos en fibra como las legumbres, los granos enteros, las verduras como el brócoli, el zapallo y las de hojas verdes. También está presente en las semillas y los frutos secos (especialmente las almendras), los productos lácteos, las carnes, el chocolate y el café. El agua con un alto contenido mineral es también una fuente importante de magnesio.
Los deportistas amateurs y de alto rendimiento utilizan a veces el magnesio aumentar su energía y resistencia física.
La cantidad de magnesio recomendada es aproximadamente de 300 mg diarios.
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