Tener un cuerpo fitness no es una cosa de sólo ejercicio o sólo comer quínoa, brocoli y pechugas de pollo. Es decir, para conseguir cambios positivos, tenemos que cambiar nuestro estilo de vida en general. De nada vale comprar leche de almendras y no comer azúcar si el único ejercicio que haces es escribir en la computadora. Y por otro lado, si por cada clase que pasas aferrado a tu bicicleta de spinning te comes cuatro completos que tienen hasta el triple de las calorías que quemaste, tampoco vas para ningún lado. Y hablando de ejercicio, tenemos muchos conceptos errados, nos sobre-entrenamos, o hacemos muy poco, o hacemos demasiado en poco tiempo, etc.
Porque cuando empezamos en la vida fitness a veces queremos hacer mucho de una vez, o no estamos claros en lo que tenemos que hacer, nos aburrimos, ponemos excusas para no hacer nuestra tarea, en fin, cosas que nos llevan más lejos de nuestra meta y no más cerca.
Estos son algunos de los errores que nos pueden llevar más lejos de la vida fitness de lo que tú crees:
Hacer mucho muy rápido: Muchas personas cuando se entusiasman con el ejercicio pretenden retomar todo lo que no habían hecho en un sólo día. Te cansas caminando pero quieres ir a correr un 10k, o pasas cuatro horas en el gimnasio saltando de clase en clase cuando antes no movías ni un dedo. Puede ser buenísimo por el ánimo pero eso seguro que lo que te dejará es extremadamente adolorido, a punto del sobre entrenamiento y susceptible a lesiones. Y esto sólo hará que te alejes de hacer ejercicio, no de incluirlo de manera constante a tu vida.
Haces ejercicio que no te gusta: Muchas personas ven las caminadoras o las bicicletas estáticas en el gimnasio como una tortura, y no como una actividad motivante. Esto hace que sientas hacer ejercicio como una obligación más terrible que ir a casa de la suegra el domingo. El ejercicio es de suma importancia para tu cuerpo pero tiene que ser algo que disfrutes, no que sea como ir al colegio el lunes después de vacaciones.
Aburrimiento: Esto tiene que ver con el punto anterior. Vamos a poner que empiezas a hacer ejercicio en una caminadora en el gym o en una bicicleta estática. Para que te comprometas a hacer ese ejercicio, tienes que distraerte. Con música o escogiendo las caminadoras que tengan cerca una TV. Si no eres de las personas que pueden pasar 45 minutos haciendo algo repetitivo, quizás es mejor salir a caminar a la calle o tomar una clase grupal donde te mantengas motivado.
No calentar correctamente: Muchos se acostumbran a calentar un poquito y luego “estiran”. Hay otros que “estiran” de una vez antes de iniciar sus ejercicios. El problema es que hacer estiramientos sin calentar, previamente, te puede llevar a lesionarte. Y una lesión te llevará a estar lejos del gimnasio.
No tener un plan: Empezar a hacer ejercicios no es sólo decirlo, hay que saber qué se va a hacer. Tanto para los que deciden hacer ejercicio en casa como los que van a un gimnasio es de súper importancia que tengas en claro qué actividad vas a hacer, sea con un video de ejercicios, con una clase, hasta con una guía de ejercicios impresa que puedas llevar a tu gimnasio. No tener plan significa perder el tiempo y dar vueltas. Esto no te acercará nunca a una vida más fit.
Inconveniencia: Este es un error que muchos cometen, por moda, por seguir a sus amigos y hasta por aprovechar una oferta del momento. Tomar una actividad o inscribirte en un gimnasio al que no puedas asistir es el secreto para fallar en tu rutina de ejercicios. Por ejemplo, planificas ir a correr todas las mañanas justo cuando en invierno cuando el frío te vence, o te inscribes en un gym que te queda lejos tanto del trabajo como de tu casa porque ahí están tus amigos. De esa manera vas a empezar a poner excusas porque siempre va a ser difícil no hacer la actividad. Lo mejor que puedes hacer es planificar un entrenamiento que puedas hacer (quizás un video de ejercicio en vez de salir a correr) o que no signifique un esfuerzo muy duro poder hacerla (que tu gimnasio quede al lado de tu casa o de tu oficina)
Hacer ejercicio a pesar de estar lesionado: Muchos lo hemos hecho. Sientes un dolorcito por ahí y piensas que puedes seguir. Una cosa es el dolor de ejercicio, ese dolor muscular que es normal pero otra cosa es el dolor cuando el cuerpo te dice que algo va mal. Y por más leve que sea esa molestia, debes prestarle atención y si, quizás tomarte un descanso.
Hacer solamente cardio: Si bien caminar, correr o hacer clases tipo zumba es buenísimo, tu rutina de ejercicio no puede basarse sólo en eso. No sólo porque te estancarás y dejarás de ver resultados, es que hasta para mejorar en esa misma disciplina que practicas deberías hacer otros ejercicios, de resistencia y flexibilidad. Incluir en tu rutina ejercicios de pesas (Que pueden ser en circuitos o por grupo muscular) hará que te vuelvas más fuerte y si lo tuyo es correr, pues hasta podrás correr mejor. E incluir al menos una rutina de yoga o pilates en tu horario de entrenamientos hará maravillas por tu postura, tu "core" (Todo tu abdomen y espalda baja) y también tu concentración.
Conclusión: claro que tenemos que hacer ejercicio, pero en su medida correcta. Tenemos que hacer ejercicio para todo el cuerpo y algo que nos guste. Tenemos que hacer pesas además del cardio, para poder preservar y hacer que nuestros músculos trabajen de la manera correcta y no debemos hacer todo el ejercicio de un mes en un día. Todo requiere tiempo, trabajo y esfuerzo y es así como de verdad verdad, verás los resultados.
Imagen CC Camping Marjal Guardamar