Estamos en un sitio de deportes y actividades físicas, por eso asumo confiadamente que uno de los intereses principales de todos nosotros es mantenerse en forma, sin tener "grasa extra" y ojalá con una figura bien marcada.
Por eso, hoy no vengo a hablar de ningún deporte u actividad específica, sino de una experiencia personal que espero sea de interés, y por sobre todo, de ayuda para ustedes.
Les cuento. Yo soy un hombre de muy poca estatura, mido 1.63 metros y por eso cada kilo que peso de más se nota exageradamente. Es complicado dejarme llevar por los excesos de comida o el sedentarismo porque, siendo bajo, me afecta rápidamente. Si para muchos pesar 73 kilos es una cosa totalmente normal, para mí eso se llama sobrepeso...y es por lo que pasé alguna vez.
A pesar de que siempre hice deporte, hubo un tiempo que lo dejé de lado. Por otro lado, me lancé en excesos como comida y fiestas, lo que rápidamente me afectó. Y no era que comía un poco más, nooo, parecía un verdadero animal salvaje comiendo más de 10 pedazos de pizza.
Para estar en mi peso correcto, debo estar entre 60 y 63 kilos aproximadamente, así que superar los 70, para mí, es ser gordo. Y sí, se me notaba, excesivamente. Sufrí en carne propia lo que es sentirse disconforme con tu cuerpo, verte al espejo y darte cuenta que así no quieres estar ni hoy, ni nunca. Por eso decidí tomar el toro por las astas y recurrir a un experto.
¿Cómo adelgacé en un mes?
Aquí empieza lo importante. Bueno, como ya tenía 10 kilos de más y los podía notar, decidí tomar el toro por las astas. Tome la drástica decisión de encomendarme a un nutricionista, por más tortuoso que fuese el proceso.
Contacté con un especialista en mi clínica y acordamos una cita pronta. El día del encuentro, me hizo las cosas rutinarias: medirme y pesarme ¿Conclusión? La misma, tenía sobrepeso. Es impresionante como una simple palabra o concepto puede afectar tanto como lo fue esta conmigo. Estar con 10 kilos de más era fatal para mí salud y mi estado físico, por lo que querría un método drástico.
Como los doctores no se preocupan de la rapidez, sino de nuestro bienestar, obviamente me recetó lo que él pensaba que sería mejor para mí. Sorprendentemente, no me propuso ninguna de esas dietas exageradas que te obligan a comer solo lechuga, como los conejos. De hecho, lo primero que me dijo fueron una palabras mágicas que sonaron como una dulce melodía en mis oídos: "Mira, podrás comer todo lo que quieras" ¿Qué dieta mágica puede hacer eso? Ya lo sabrán.
No entendía cómo seguir comiendo de todo me iba a ayudar a adelgazar, pero poco a poco iba aprendiendo cómo funcionaba la cosa. Mi nutricionista me dijo que la mejor dieta, para cualquier persona, era la de comer en porciones durante todo el día.
Básicamente, todas las personas están comiendo más de lo que necesitan diariamente, pensado que con menos van a quedar muertas de hambre. Claro, esto pasa porque comemos tres veces al día solamente y no lo recomendado por cualquier médico, quienes nos dicen que cada 3 horas deberíamos estar.
¿En qué consiste la dieta de porciones?
Mi nutricionista me entregó una hoja -que lamentablemente no tengo- donde salían todos los tipos de comida que se consumen y a cuánto corresponde cada porción. Además, me indicaba cuántas raciones de todo podía comer durante la mañana, el almuerzo y la cena.
Entonces. la cosa básicamente era así:
Podía comer, por ejemplo, 5 porciones de lo que quisiera en la mañana. En base a eso, escogía hacerme dos tostadas -que equivalían a una porción- con huevo y té o juego, completando así las porciones requeridas. Con tan poco pensaba que me iba a morir de hambre, sin embargo, siguiendo estrictamente al pie de la letras indicaciones -comer las porciones indicadas y cada 3 horas- nunca pasé hambre. Ni siquiera extrañé las grandes "chanchadas", nunca me desesperé ni cambié mis hábitos. Con todo y eso, logré recuperar mi peso en un mes, obviamente acompañado de ejercicios como trotar diariamente y jugar un partido de fútbol semanal con mis amigos.
Así que, si necesitan hacer una dieta, les recomiendo, por lejos, seguir la rutina de las porciones. Pueden encontrar mucha información en internet, tanto de la cantidad porciones como de intervalos de alimentación. Por sobre todo, recurran a un nutriciones y jamás, pero jamás olviden que toda dieta debe ir acompañada de una buena rutina de ejercicio físico.