Los aportes del running, o más conocido como trote, no sólo representan soluciones favorables a nuestra imagen, sino que, por sobre todo, aportan en nuestra salud. Es uno de los ejercicios aeróbicos que más beneficios entrega a quienes lo realizan, entre estos nos encontramos con el fortalecimiento de nuestro corazón, dándole fuerza y capacidad para enviar mayor cantidad de sangre a todas las partes de nuestro cuerpo.
Además, aporta en la tonificación de todos los músculos de nuestro cuerpo, como ningún otro ejercicio. Esto provoca una baja en el esfuerzo que genera nuestro corazón y, entonces, se generan mayores cantidades de glóbulos rojos, transportándose oxígeno de manera mucho más eficaz en nuestro organismo.
Además, es un ejercicio que no representa mayor costo, lo único que debes tener son las ganas y la constancia. En lo que sí debes invertir, y parece fundamental antes de comenzar con tus rutinas de running, para evitar cualquier tipo de lesión en tu cuerpo, es en unas zapatillas adecuadas para trotar, capaces de amortiguarte de manera sólida y que te entreguen total comodidad.
Al mantener el cuerpo en un trote constante, es utilizado el 70% de nuestros músculos, entre ellos, abdominales, cuádriceps y gemelos, situación que lo hace muy susceptible a los calambres corporales, sobre todo en aquellos que están recién integrando el running en sus rutinas de vida.
Los calambres son una contracción de las fibras musculares, que se perciben con un tenso dolor en la zona. Y la forma más sencilla en que puedes evitarlos es con un calentamiento previo a realizar tu jornada de trote.
Así que ya sabes, si no tienes mucho dinero y quieres mejorar tu salud y estado físico, trotar en las mañanas o noches, después de tus quehaceres, es una excelente idea para mantener tu cuerpo y alma en las mejores condiciones.