Los beneficios de la práctica deportiva son indiscutidos. Además de la mejora en la condición física y la salud, la práctica deportiva genera liberación endorfinas, mejora el dormir y ayuda a tener una mejor confianza en uno mismo. Pero antes de comenzar a practicar uno es conveniente tener en cuenta algunos consejos.
1. Chequeo médico:
Lo primero que se debe considerar antes de empezar a practicar un deporte o actividad física, especialmente, si previamente se ha llevado una vida sedentaria, es la realización de un chequeo médico para descartar problemas cardíacos o de otro tipo.
2. Comienza en forma gradual
Hacer deporte es adictivo. Una vez que empiezas y ves los primeros resultados, quieres mejorar más y más. Pero ojo, el sobreentrenamiento puede llevarte a una lesión. Más horas seguidas no te llevarán a un mejor rendimiento. Lo que vale es ser constante y responsable con la planificación de las cargas de trabajo y los entrenamientos. Por eso recuerda avanzar en forma progresiva.
3. El descanso
No todo es entrenamiento. Para progresar tu cuerpo también debe descansar. Eso implica dormir la cantidad de horas mínimas para que tu cuerpo se recupere. Recuerda que son esos momentos de inactividad, los que utiliza tu cuerpo para recomponer tus fibras musculares. Esto implica también preocuparse de la hidratación y la alimentación.
4. Planifica o asesórate
Muchas veces seguimos el mismo entrenamiento de alguien más avanzado en el gimnasio o en otra actividad física. Lo cierto es que si esa persona está en un nivel superior, no es casualidad, es producto de su constancia y de su tiempo de entrenamiento. Imitar la misma rutina no te llevará a tener su rendimiento. Es por eso que lo mejor es planificar tus jornadas de entrenamiento y dejarte asesorar por algún especialista que personalice tu rutina.
5. Zapatillas adecuadas
En el mercado existen muchas alternativas de zapatillas deportivas, pero su funcionalidad varía de acuerdo al tipo de deporte y el tipo de pisada que tengas. Una mala zapatilla o incluso una zapatilla desgastada puede llevarte fácilmente a una lesión.
6. Cuídate del sol
Cuando realizamos deportes al aire libre, muchas veces lo hacemos cuando no hay mucho sol. Pero la verdad es que cuando está nublado, nuestra piel sigue recibiendo el impacto de los rayos UV. Por eso es importante protegerla con un bloqueador, gorros, lentes deportivos, buffs y otros implementos que puedan servirnos.
7. Escucha a tu cuerpo
Muchas veces, en nuestro afán por avanzar, intentamos todo lo posible para no parar, sin escuchar las señales del cuerpo que nos indican que debemos parar. Si tienes alguna molestia o un dolor que no habías sentido antes, es mejor que pares y te evalúes con un especialista, antes de tener que parar por alguna causa mayor.
8. Hidrátate responsablemente
Como mencionamos antes, no solo es necesario hidratarse en el momento previo y posterior a un entrenamiento o competencia. La recomendación es tomar habitualmente dos litros de agua al día o un total de 8 a 10 vasos de agua. Por supuesto debes considerar que también consumes agua en alimentos y a través de otras vías como el té, el café, la leche y los jugos, entre otros. Las bebidas isotónicas son una buena alternativa para recuperar otras sales minerales esenciales que pierde el organismo durante la práctica deportiva.
9. Asesórate con la alimentación
Cuando comienzas a practicar a alguna actividad física, tus requerimientos nutricionales cambian, más todavía si tienes altas cargas de entrenamiento. Por este motivo, es recomendable que busques asesoría por un nutricionista deportivo, quien te guiará sobre la mejor alimentación antes, durante y después del ejercicio.
10. Recupérate bien de las lesiones
Un deportista sin lesión, no es un deportista. Es lamentable, pero cierto. A todos les toca lesionarse alguna vez por algún movimiento mal realizado, una sobrecarga o algún tipo de accidente. Si te lesionas, lo mejor es que veas a un especialista y te informes acerca del sus cuidados antes de volver a practicar deporte.
Imagen CC Francois Peeters