El ciclista español Miguel Indurain fue el gran ídolo deportivo que marcó mi adolescencia. Este ciclista español realizó su carrera deportiva entre los años 1984 y 1996. Uno de sus logros históricos es que fue el pentacampeón del Tour de Francia, la carrera ciclista más importante del mundo, durante cinco años consecutivos (1991-1995). Miguel Induráin demostraba su verdadera fortaleza deportiva en las pruebas de contrarreloj. En reconocimiento a su trayectoria ha recibido galardones tan importantes como el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes.
Durante los años 1992-1993 realizó doblete al triunfar no solo en el Tour sino también, en el Giro de Italia. Miguel Induráin dijo adiós a su carrera cuando estaba en la cima del éxito ya que en 1995 fue Campeón del Mundo Contrarreloj y un año después, también Campeón Olímpico en la misma modalidad.
Al igual que en la actualidad el tenista español Rafa Nadal ha despertado una pasión por el tenis en la afición española, Miguel Induráin generó este mismo interés en el ciclismo. Las tardes de verano de mi adolescencia, al igual que las de otras muchas personas, estuvieron marcadas por la emoción de cada Tour de Francia. Más allá del éxito en este deporte, Miguel Induráin fue un ejemplo de humildad y sencillez ante sus rivales. Cualidades que fueron elementos esenciales de su carisma.
Miguel Induráin encarna a la perfección los valores olímpicos de todo gran deportista que tiene la misma dignidad en la victoria y en la derrota. Junto con Bernard Hinault, Eddy Merckx y Jacques Anquetil, nombres que también forman parte de la historia del ciclismo, Miguel Induráin es un referente para los deportistas actuales.
La pasión deportiva de Miguel Induráin comenzó en la infancia ya que cuando tenía once años ganó su primera carrera. Obtuvo el premio simbólico de un bocadillo y un refresco.
En el año 1990, entró a formar parte de las filas del equipo Banesto con el que vivió la etapa dorada de su carrera. Miguel Induráin demostró ser un deportista con una fuerza infinita en las carreras largas de muchas etapas.
El ciclista español Miguel Indurain ganaba sus carreras con tanta solvencia que no fue hasta 1996, cuando mostró cierta vulnerabilidad y quedó entre los diez primeros puestos de la clasificación final del Tour de Francia. Fue entonces cuando la afición tomó verdadera conciencia de la dificultad física y mental que implica ganar cinco Tours de Francia. Y fue precisamente en aquel Tour cuando Miguel Induráin mostró su lado más humano.
Para todos aquellos que admiramos al ciclista español Miguel Indurain, el 2 de enero de 1997 fue un día triste ya que esta es la fecha en la que el navarro anunció su retirada. Sin embargo, supo decir adiós a tiempo, cerrando una etapa histórica.
¿Por qué Miguel Induráin ha sido el deportista que ha marcado mi vida? Porque me regaló la felicidad del deporte como ejemplo de superación constante. La imagen de Miguel Induráin en lo alto del podio de los Campos Elíseos de París es una metáfora visual del triunfo deportivo basado en el esfuerzo. Lució el maillot amarillo durante 60 días en esta carrera. Un momento mítico fue cuando en honor a él, el Tour de Francia pasó por Pamplona en 1996. La estela de Miguel Induáin en el deporte será eterna.