Es un pregunta que muchos pueden hacerse a la hora de ser un espectador de los Juegos Olímpicos o de las pruebas de atletismo transmitidas en la televisión ¿Por qué los velocistas tienen diferente contextura física a la de los maratonistas? La empresa Seeq, realizó una animación para explicarlo.
Acá te adjuntamos el video y su traducción.
En el running todos conocen al velocista y al maratonista. Uno luce como un actor de películas de los años 80 y el otro como si hubiese hecho muchas dietas intensas. Ambos son corredores, pero ¿por qué no se parecen? Simple: ambos practican deportes diferentes.
Es fuerza explosiva versus resistencia. La respuesta está en la forma en que estos atletas trabajan sus músculos.
Lo que necesitas saber sobre los músculos es que ellos contienen diferentes fibras: las de contracción rápida y las de contracción lenta.
Un velocista va a entrenar principalmente sus fibras de contracción rápida. Estas reaccionan instantáneamente y trabajan muy rápido. Pero rápidamente también se quedan sin energía. Cuando entrenan, las fibras de contracción rápida se vuelven naturalmente grandes y fuertes.
En la otra mano, un maratonista usa mayormente su fibras de contracción lenta no tan reactivas y veloces como sus hermanas de contracción rápida, pero ellas pueden trabajar sin parar por horas. Estas fibras permanecen delgadas y separadas incluso cuando entrenan.
La capacidad de correr de ambos tipos de atletas no solo depende de la física de sus piernas, la parte superior del cuerpo también es importante.
Para que el velocista sea explosivo en la línea de partida y mantenga un buen ritmo durante la carrera, necesita balance. Por lo que sus brazos necesitan tener un tamaño considerable, por eso trabaja la parte superior de su cuerpo en el gimnasio. Eso es por lo que el velocista luce muy tonificado.
El maratonista es un caso diferente. Cada libra en su cuerpo debe ser transportada por 42 kilómetros. Él obtiene grandes beneficios al ser ligero. De ese modo necesita botar toda la masa muscular excesiva y grasa para ser un gran maratonista. Esa es la razón por la que luce tan delgado.
Entre las principales diferencias en el entrenamiento, la genética también juega una papel. Una persona normal tiene la misma cantidad de fibras de contracción rápida y de contracción lenta. Pero las personas que llegan a lo más alto, tienden a tener más de un tipo de fibra. Es por eso que aunque entrenen, no tienen la misma apariencia física.
Ambos son corredores, pero diferentes atletas.