Dedicarse bien a un deporte demanda tiempo y esfuerzo. Dedicarse bien a dos deportes puede ser una tarea titánica si se hace de forma profesional. Pero si se practica running y se quiere complementar con ciclismo se pueden conseguir importantes beneficios.
Menor estrés muscular: Al ser un deporte con poco impacto, el ciclismo ofrece menos traumatismos que el running, permitiendo entrenar sin dañar las articulaciones y la musculatura.
Correr durante más años: Si alternas trabajos de bici y running mejorarás tu capacidad aeróbica cuidando tus articulaciones, aspectos que a la larga te permitirán correr por una mayor cantidad de años.
Menos lesiones: A pesar de que el running trabaja el 70% de los músculos del cuerpo, la bicicleta te ayudará a fortalecer tu musculatura y a trabajar otros músculos de tu cuerpo que no ejercita cuando corres. Esto te ayuda a crear una buena base para soportar los entrenamientos duros.
Ideal para volver luego de una lesión: No hay deportista que no sufra lesión, todos viven en algún momento algún tipo de traumatismo muscular y/o articular. La bicicleta te ayudará a retomar el trabajo después de un lesión sin someter a tu cuerpo al impacto del running, especialmente cuando es sobre asfalto.
Otras capacidades: El ciclismo te permitirá trabajar otras cualidades deportivas como la resistencia, la velocidad, la coordinación y el equilibrio.
Opción alternativa como descanso activo: Realizar bicicleta después de una corrida de 21 o 42 km es ideal para soltar las piernas, eliminar lactato y recuperarse lentamente del esfuerzo realizado.
Imagen CC Smith_cl9