Hace mucho que los gloriosos tiempos del tenis chileno quedaron atrás. El retiro de Fernando González y Nicolás Massú, ambos ídolos olímpicos, aceleró en los últimos años la necesidad de encontrar un recambio para volver a los primeros planos. Y ese deportista que debe volver a ilusionar a la gente en un corto plazo tiene nombre y apellido: Christian Garín.
Hace 16 años, el tenis es uno de los deportes que copa mi atención, me tocó disfrutar la gloria de Marcelo Ríos como número uno del mundo y también gozar con las proezas del viñamarino y el oriundo de la Reina. Pero también ver la falta de acompañamiento por parte de más exponentes de categoría en el tenis nacional: Hermes Gamonal y Adrián García quedaron en el camino, así como tantos otros.
Hoy, en pleno 2014, ya no está Fernando González ni Nicolás Massú, tampoco contamos con un número uno del mundo como fue Marcelo Ríos. En la actualidad, solo parece haber incertidumbre para el futuro inmediato. Mucha juventud que intenta llenar de luz al tenis chileno, pero poco de donde afirmarse para decir aquí está el campeón que ayudará a nuestro país a retomar su sitial en el tenis latinoamericano. Es aquí, donde aparece Christian Garín, que con sus 18 años, asoma como la apuesta más esperanzadora para el futuro, y hay motivos para creerlo.
El tenista santiaguino con menos de 16 años empezó a irrumpir en el circuito en 2012 ocupando el casillero 916. Pero fue recién en 2013 cuando su nombre comenzó a sonar más fuerte en nuestro país. Ese año, en el ATP de Viña de Mar, se convirtió en el quinto jugador de 16 años en ganar un partido ATP desde 2000. Y todo eso ocurrió tras vencer de gran forma en primera ronda al serbio Dusan Lajovic por 6-3 y 6-4. Fue una inesperada victoria ante un rival con mayor recorrido. No contento con esto, apretó a Jeremy Chardy, tenista francés, que en ese momento ocupaba el lugar 25 dentro del ranking, obligándolo a jugar un tercer set. Más allá de caer por 6-4, 3-6 y 2-6, dejó una grata impresión al público viñamarino. Y también para a los seguidores del tenis. Se veía calidad y sobre todo talento. Había material para trabajar y proyectarlo para el futuro de Chile.
Esa temporada, en 2013, Garín acabó 388 en el ranking, experimentando un gran salto en su joven carrera y elevando las expectativas de cara al futuro. Este 2014, su escalada se ha mantenido pese a haber vivido algunos altos y bajos en el curso de esta campaña, de hecho en los últimos días logró meterse entre los 300 mejores del mundo, hecho inédito en su joven carrera y que lo situó como la tercera raqueta del país. Un crecimiento manifiesto que da para creer que Garín puede convertirse en el sucesor de grandes exponentes de los últimos años en el tenis nacional, y así volver a aspirar a ocupar un puesto de mayor notoriedad en Copa Davis, donde Chile decayó muchos puestos tras el retiro de los héroes olímpicos de Atenas 2004. Y una razón más para pensar con optimismo en su crecimiento es que Fernando González será su entrenador. Tendrá a un ex top 5 a su lado para seguir aprendiendo.
Christian ya ha demostrado sus condiciones, ha logrado avanzar enormemente desde su primera aparición en 2012, con proyecciones auspiciosas para estar en el corto plazo ubicado como el mejor tenista chileno. Ya lo demostró en 2013 al quedarse con el Roland Garros Junior, después de vencer al alemán Alexander Zverev por 6-1 y 6-3, jugador que hoy se ubica entre los 150 mejores del mundo. No fue cualquier triunfo. Por algo día a día se convierte en una de las apuestas fuertes de Chile para la Copa Davis, donde ha sido nominado en varias ocasiones.
Mira algunas jugadas de Christian Garín
FOTO CC: Vía Agencia Andes