Correr es una actividad que engancha a más de uno. Poner un pie delante del otro, empezar a sentir que el corazón bombea, que la sangre fluye, que todo avanza. Una vez que empiezas a correr no quieres parar. Y la verdad es que es una de las actividades físicas donde se liberan muchas endorfinas, las hormonas del placer, razón suficiente para querer correr todos los días.
Pero esta actividad, a pesar de ser una de las más económicas que existen ya que requiere sólo el ánimo y un par de zapatillas de running, puede verse frustrada por factores externos, como el clima. Y viviendo en Chile, cuando llega el invierno, puede que tus ánimos de salir a "patear el asfalto" pueden quedar encerrados bajo el plumón de tu cama.
Pero si quieres seguir con tu plan de entrenamiento y no quieres que el frio te venza, aquí te doy unos tips para que salgas a correr, contra viento, frío y marea.
Vístete de manera adecuada: Lo primero que vas a pensar si quieres salir a correr durante el invierno es en vestirte calentito. Más si eres de los corredores mañaneros o los que corren a final de la tarde o noche (los que corren a mitad del día tienen la ventaja que pueden recibir al menos un poco de sol) Como el invierno implica que el sol salga más tarde y se ponga más temprano, es normal que las temperaturas estén bajas y que sientas que debes proteger tu cuerpo contra el frío. Esto está bien en la teoría pero tienes que tener sumo cuidado con las piezas que escoges. La idea es que estés protegido pero que no tengas 20mil piezas de ropa que te harán sudar a los pocos minutos de estar corriendo. Tampoco puedes ponerte piezas que sean muy pesadas que resten tu velocidad. Vannessa Cáceres, nos dice que la clave está en "capas livianas": Tienes que taparte todo lo que puedas (no se te ocurra salir en pantaloncillos cortos porque el frío hará que no puedas moverte te cueste mucho entrar en calor) pero estas capas no pueden ser muy pesadas.Yo uso una polera de algodón manga larga, una chaqueta corta viento, o un sueter que tenga cierre y un legging térmico pero delgado (como de Polar pero un poco más delgado). Esto hace que mantenga mis piernas calientes y cuando ya entro en calor, muchas veces me quito la chaqueta. Claro que siento algo de frio cuando salgo pero sé que mi cuerpo empezará a subir en temperatura a los pocos minutos de "patear el asfalto".
Estar atento de lo que te rodea: El invierno trae varias desventajas, que no solo es el frio y las ganas de tomar chocolate caliente todo el día. Cuando la temperatura la luz se ve afectada. Así salgas al medio día, muchas veces el cielo se ve gris y tu cambo de visión cambia. Por eso es que es de suma importancia que te atengas a una ruta conocida donde sepas que corres menos riesgos por tropezar con cosas que no puedes ver a simple vista. Y si hablamos de desventaja, la lluvia es un factor que te influye mucho más allá de mojar tus zapatos. Si corres en parques, debes tener cuidado que el camino que escojas no tenga muchos charcos o hojas, ya que esto se puede volver un tobogán resbaloso y que termines tendido en el suelo en un dos por tres. Esto mismo pasa si corres en la calle y debes tener también más cuidado ya que debes estar atento a tus pisadas y otros factores externos, como carros y bicicletas. En ambos casos es importante que uses alguna pieza de material reflectante, sobre todo si corres muy temprano o en la noche, para dar aviso a otros corredores y transeúntes que tú estás ahí y prevenir "choques".
Calienta bien: Un buen calentamiento es esencial para evitar lesiones, pero es especialmente importante en invierno cuando se puede tomar un poco más de tiempo para que tu cuerpo entre en la temperatura correcta. Comienza poco a poco con un poco de caminata, recuerda que no hay prisa. Incrementa gradualmente tu ritmo hasta que después de unos 10 minutos, llegues a la velocidad que vas a mantener la mayor parte de la carrera. Y no te detengas paraestirardespués de caminar. Esto hará que tu cuerpo se enfríe muy rápido y habrás perdido el tiempo que pasaste calentando. Si quieres estirar antes de empezar a correr, puede hacer algunas estocadas avanzando o saltos de alto de rodilla.
Busca apoyo: Quizás ya hayas escuchado esto antes, pero una de las maneras más fáciles de mantenerse motivado para correr en invierno es buscar un compañero de ruta. Muchas personas utilizan este apoyo para poder salir a patear la calle y realmente, funciona. Los compañeros de trote no sólo ayudan a mantenerte responsable, porque tienes que cumplir con tu amigo, sino que además aplica el dicho de "la miseria adora la compañía". Correr acompañados y sufrir/disfrutar el trayecto, les hará la ruta más fácil. Si no tienes un par de amigos con lo que puedas formar un grupo, echa un vistazo a algunos de los clubes locales running. Como tú, los miembros del club necesitan caras amigas en una mañana o noche fría y por lo general están luchando para seguir con sus entrenamientos. Así que siempre le dan la bienvenida a los arriesgados corredores de invierno.
Tómatelo con calma y plantéate metas realistas: El invierno no es el momento de ser rígido sobre cuándo, dónde, y lo lejos que vas a correr. Si eres un corredor de la mañana, es posible que tengas que cambiar a los entrenamientos la hora del almuerzo, cuando el aire esté más cálido y el sol está fuera. Y esto aplica también si corres en la noche. Tienes que estar dispuesto a hacer cambios en tu plan de entrenamiento y plantearte metas realistas. Si eres una persona que le afecte mucho el frio, puede que no rindas como estás acostumbrado en tus corridas. Quizás no es el momento preciso para plantearte correr para un maratón o hacer largos (más de 21 km). Es importante ser flexible, cambiar horarios y saber que si tu cuerpo no da al 100%, cualquier esfuerzo que estés realizando ya vale en tu entrenamiento.
Busca alternativas en el gimnasio y diversifica: Muchos de los corredores sienten que el entrenar en las cintas o treadmills en los gimnasios equivale a correr en una rueda de hamster. Es decir, es un entrenamiento que no te lleva a ningún lado. Pero es el invierno, y especialmente en los lugares donde la temperatura baja mucho, donde tienes que pensar en el gimnasio como una buena opción para correr. Sergio Jauga, quien vive en Toronto, ha hecho del gimnasio su mejor amigo para continuar con el entrenamiento: "Aquí la temperatura puede bajar hasta los -5 o 10 grados y si a eso le sumas nieve, no hay manera en que pueda correr en la calle. Mi cuerpo no da y corro más riesgos de caerme y fracturarme algo que avanzar en mi entrenamiento. Todos los gimnasios (como todos los establecimientos) cuentan con calefacción y es mucho más fácil correr todos los días". También aprovecha el tener que "encerrarse" en un gimnasio para diversificar su entrenamiento:"como tampoco puedo correr por horas en la cinta (Debo dejar que otros usuarios del gimnasio puedan entrenar) aprovecho para plantearme un plan de entrenamiento que comprende también pesas. La gente piensa que si levantas muchas pesas tus músculos crecerán demasiado y esto te restará velocidad al correr, pero no es así. Gracias al entrenamiento de fuerza he trabajado más en mis cuádriceps y siento que estoy mejor preparado para correr cuando llega la primavera".
Aprovecha el invierno para ser flexible contigo mismo y para conocer más tu cuerpo. El aire del invierno puede mantener tu ánimo tan alto como su ritmo cardíaco. Es un entrenamiento que medirá tu fuerza, resistencia y compromiso con tu bienestar. Recuerda que todas las temperaturas extremas (a nivel de atletas) sean muy bajas o muy altas, son oportunidades de crecimiento. A veces los desvíos tomados a lo largo del camino conducen a mejores estrategias para que seas un mejor deportista en el futuro.