¿Eres amante del fútbol? ¿Cuando pasas por un canal de fútbol te quedas pegado aunque estén jugando un encuentro de la tercera división de Islandia? ¿Siempre que ves a alguien jugando te pican los pies por entrar? Bueno, quizás eres de ese gran montón que ama el "deporte más lindo del mundo", pero ¿cómo saber si eres uno más del grupo o uno de verdad? Bueno, si pasaste por alguna de estas situaciones podrás darte cuenta. Pues, sabes que eres fanático del fútbol si...
- Pierdes la paciencia explicándole a tu polola el tema de los offside.
- Te mandaron al arco y te comiste un gol de chilena del peor del otro equipo.
- Te reíste porque alguien se cayó en el partido, pasaron dos minutos y tú te caíste peor aún.
- Te creíste profesional, pusiste cara de futbolista, corriste hacia la pelota y tiraste el penal a las nubes.
- Vas al estadio y crees que todos los que ven fútbol por televisión son peores que tú
- Pensaste que tenías un calambre y seguiste jugando. Al otro día, desgarro de seis centímetros.
- Te da lata ir a trabajar cuando hay lluvia, pero no tienes problema en empaparte hasta los pies jugando a la pelota.
- Llegaste a jugar con una polera negra y todo el equipo había llegado con la camiseta de Chile... No queda más que jugar al arco.
- Te pones los guantes de arquero y crees que eres mejor para el arco.
- Te llega un pelotazo en la cara y sigues jugando como si nada. Hasta la marca se te ve en la cara y sientes todo hinchado, pero mejor que pase piola.
- Te sacas la polera para celebrar y recién ahí te das cuenta que el exceso de asados te está jugando en contra.
- Juegas bien todo el campeonato, te va a ver tu polola y no ves ni una.
- Piensas en hacer una jugada, la haces y te sale el tremendo gol. Nunca más la puedes hacer.
- Te peleas con alguien del otro equipo. Casi llegan a los combos. Después del partido, te das cuenta que es cinturón negro.
- Estás picadísimo pero igual saludas a los del equipo contrario. "Total es un juego", te dices a ti mismo a regañadientes.
- Le haces un gol a un arquero que te cae pésimo. Sueñas con ese gol.
- Piensas que va media hora de juego y han pasado sólo cinco minutos. ¡Ya no estás tan en forma!
- Según tu imparcial análisis eres el mejor del equipo, pero no le dices a nadie para no sonar desagradable.
- Trajiste todos los implementos para jugar, pero en la mañana no encontrabas los calcetines y llevaste los con caballitos de tu hermana.
- Llegaste con la pelota nueva y no duró ningún partido. Tras un puntapié desapareció en el horizonte.
- Está lleno de minas guapas y haces un golazo. Te das vuelta para celebrar cerca de ellas y estaban mirando el partido de al lado (aunque sabes que te miran de reojo).
- Juegas todo el rato con la izquierda, pese a ser diestro. Te duele una uña encarnada.
- El equipo está perdiendo. Entras y dan vuelta el encuentro. Te crees Cristiano Ronaldo.
- Te caes al principio del partido. Una vez finalizado, en el camarín, te das cuenta que tienes barro entre los dientes. ¡Matador!