La fama y fortuna que han engalanado la carrera de mi gran ídolo deportivo, el fisicoculturista Arnold Schwarzenegger, son el resultado de la gran disciplina que siempre lo ha caracterizado. Derribar obstáculos y romper barreras son tareas que llevó a cabo desde muy joven, siempre con un objetivo fijo en mente: ser el mejor en su género. Este icono de la cultura popular es un modelo a seguir para mí en muchos aspectos. Las razones sobran, pero ¿cuáles son las principales para admirarlo tanto?
Superó la barrera del idioma
Hablar un segundo idioma para mí no ha sido fácil, e incluso tuve dificultades al cursar esta materia en la escuela secundaria. Sin embargo, el proceso para lograr este objetivo fue más sencillo luego de recordar la dedicación de Arnold para aprender otra lengua. Aunque nació en Austria y su idioma nativo es el alemán, él siempre supo que debía dominar el inglés para conquistar el planeta entero. Luego de estudiarlo por años, lo logró perfectamente. De hecho, el acento que lo caracteriza al hablarlo es ahora parte de su leyenda.
Nunca fue el preferido, pero ahora es el más famoso
Para nadie es un secreto que el padre del fisicoculturista Arnold Schwarzenegger, Gustav, siempre mostró una marcada preferencia por el hermano mayor llamado Meinhard. A tal grado llegó esta situación, que incluso el famoso deportista llegó a pensar que era adoptado. Incluso hubo maltratos por parte de su progenitor, como él mismo ha expresado en algunas entrevistas. Este es otro de los motivos por los que lo admiro más que a ningún otro atleta en la historia: en lugar de lamentarse y permitir que este desprecio lo afectara, decidió convertirse en el hombre más fuerte física y mentalmente que el mundo del fisicoculturismo haya conocido.
La educación estricta con la que fue criado no le impidió triunfar
La familia de Arnold profesaba la religión Católica y no permitían que sus hijos faltaran a ningún servicio los domingos. Además, tenían reglas estrictas en cuanto a modales y normas personales se refiere. A pesar que esto lo ayudó para triunfar, ya que estimuló su sentido de la disciplina, por otro lado él supo deshacerse del dogma del “pecado” a tiempo con el que son criados tantos fieles católicos. De esta forma, eliminó de su mente cualquier tipo de culpa por desear ser famoso o exitoso, algo que todos deberíamos hacer más seguido, definitivamente.
Supo elegir su destino sin miedo alguno
Cada vez que pienso en tomar una decisión en el sentido profesional, recuerdo la historia siguiente: hasta los 15 años, Arnold Schwarzenegger jugó fútbol en una liga juvenil, pero esto no lo satisfizo del todo, por lo que se dedicó al fisicoculturismo. Él quería esculpir su cuerpo al máximo y sentir esa adrenalina única que genera el levantamiento de pesas. Definitivamente su elección no pudo ser más acertada, ya que ahora es el Mr. Olimpia más famoso de la historia y el mejor ejemplo a seguir para cualquier hombre que desee dedicarse a este deporte.
Exitoso empresario y actor taquillero
A pesar de mi admiración, tengo que reconocer que Arnold no se distingue por sus grandes cualidades histriónicas. No obstante, esto no impidió que se aventurara a participar en películas que lo convirtieron en un popular héroe de acción, idolatrado por chicos y grandes. Entre sus más grandes éxitos taquilleros podemos mencionar Judgment Day (1991), Total Recall (1990) y Kindergarten Cop (1990). Además, ha invertido acertadamente en varias empresas, hecho que ha aumentado su fortuna alcanzando hasta el día de hoy unos $300 millones de dólares, aproximadamente.
Triunfos en la política
Cuando decidí inscribirme en un gimnasio por vez primera, recordé que muchos levantadores de pesas son vistos como hombres sin cultura alguna. Incluso son caricaturizados como “tontos” en los medios. Arnold no ha sido la excepción y con frecuencia ha sido objeto de burlas por su forma rígida de caminar y su peculiar estilo de hablar en la pantalla grande.
Aun así, su determinación lo llevó a postularse para Gobernador de California. Para sorpresa de muchos conquistó también al público votante y así ocupó este preciado cargo durante ocho años, del 2003 hasta el 2011 (fue reelecto en el 2006). De esta forma probó que un hombre musculoso y amante de los entrenamientos extenuantes, también puede poseer la ambición e inteligencia suficientes para triunfar en cualquier área que se proponga fuera del ámbito deportivo.
¿Cómo resumir una vida tan extraordinaria?
Por estas razones, el gran fisicoculturista Arnold Schwarzenegger siempre será mi máximo ídolo deportivo. Debido a lo expuesto anteriormente, ha sido una gran fuente de inspiración para aprender idiomas incluso cuando me dijeron que no podía hacerlo. De la misma forma me ha enseñado cómo sobreponerme a las dificultades de la vida y realizar una repetición extra en el gimnasio cuando siento que no tengo ya fuerza alguna. Y aunque muchos de nosotros tal vez nunca experimentemos la gloria, fama y perfección física que ha caracterizado a este actor, político y deportista, definitivamente vale la pena intentarlo e imitar su ejemplo.