Hace años atrás se creía que no era bueno comer antes de ejercitar en el gimnasio o antes de practicar algún deporte, ya que las calorías consumidas incrementarían los niveles de azúcar en la sangre de forma violenta, solo para luego descender abruptamente, poniéndonos débiles, somnolientos y por lo tanto arruinando nuestra rutina y rendimiento.
Hoy se sabe sin embargo, que eso depende totalmente de qué es lo que se va a consumir, y que en efecto la importancia de comer antes de hacer ejercicio es fundamental en la nutrición deportiva.
De acuerdo al New York Times se llego a la conclusión de que al contrario de la creencia antigua, si es recomendable comer antes de ejercitarse para nivelar los niveles de azúcar en la sangre (fuente primaria de energía de nuestro organismo), dejándolos equilibrados y por lo tanto, haciendo que logremos mantenernos activos durante toda nuestra rutina. Pero ojo, esto no quiere decir que debamos darnos una llena. El tamaño de las porciones es fundamental, y la comida a ingerir debe ser baja en azúcares procesados y de preferencia rica en carbohidratos complejos que nos sirvan como recurso energético prolongado, es decir, que nuestro cuerpo procese lentamente. Algunas ideas de colaciones pre ejercicios con estas características podrían ser un batido de proteína con plátano, tostadas con mantequilla de maní, y granola con frutas – todos estos bajos en grasas y en azúcares.
Ahora bien, en cuanto a la necesidad de comer después de hacer deporte, se puede decir que eso resulta ser aún más importante, tanto para quienes practican ejercicios cardiovasculares o de esfuerzo. Desde la universidad de Texas, estudios recomiendan comer después de una hora de acabar, ya ese es el periodo de tiempo durante el que los músculos se reparan y refuerzan, para lo que necesitan la mayor cantidad de nutrientes que puedan obtener. En particular para quienes hacen ejercicios de esfuerzo o con pesas, durante este proceso es conveniente consumir comidas altas en proteína, ya que estas constituyen la estructura principal de los músculos usados para ejercitarse y al mismo tiempo son su alimento, por lo que al obtenerlas, estos se reconstruyen más rápido para la próxima sesión de ejercicios. Algunas buenas comidas para tener después de hacer ejercicios son principalmente las que contengan huevo, ya que este es uno de los alimentos más ricos en proteína que nos provee la naturaleza. Se puede preparar tanto como un omelet o con tostadas con huevo frito o cocido. Además, las carnes blancas como el pollo y el pescado sirven mucho para la regeneración muscular, siempre acompañadas de una porción de vegetales y una de carbohidratos.
En definitiva, es vital tanto para la regeneración muscular como para recargar nuestras energías comer antes y después de ejercitar, sin embargo esto dependerá de lo que comas y del esfuerzo que pongas en tu rutina.