No hay duda que el deporte no tiene límites ni edad. Todos pueden hacerlo: abuelos, niños, jóvenes estudiantes, trabajadores y mamás. Estas últimas, debido a la exigencia que demanda un hijo, no cuentan con mucho tiempo para el cuidado físico, por lo que deciden negarse a él y optar por otras labores.
Ser mamá no es fácil. Sin embargo, todo es posible cuando se quiere, no existen murallas ni candados que obstaculicen la actividad física si se tiene disposición e interés. Si bien, se puede entender el hecho de que algunas personas poseen menos horas libres que otras, también es cierto que con orden y estructura las cosas pueden funcionar correctamente.
¿Tienes un hijo y aún así quieres someterte a una rutina de ejercicios? ¡Pon atención! A continuación podrás ver una lista de 5 grandes beneficios de ser deportista y mamá:
1. Disminuye el estrés
Estudios indican que las actividades relacionadas con el deporte reducen considerablemente la depresión y la ansiedad. Esto queda en manifiesto por medio de los buenos resultados que las personas obtienen luego de una sesión de ejercicios aeróbicos. Chile es uno de los países con los índices de depresión y estrés más altos del mundo. Este punto pasa a ser un factor fundamental de preocupación, por lo que su mejoría depende de nuestra iniciativa.
2. Estarás con mejor salud
Todas las madres están más propensas a sufrir cualquier tipo de enfermedad, por lo que es importante mantenerse bien, tanto por la salud de ellas como la de sus hijos. Hacer deportes disminuye el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca, presión arterial alta, niveles elevados de colesterol en la sangre y algunos tipos de cáncer. Todo esto se vería reducido si dedicas al menos treinta minutos por día a la actividad física y tres veces mínimo a la semana.
3. Mejora tu estado de ánimo
Es importante que una madre esté de buen humor y con una mirada optimista en el transcurso de los días. Los hijos imitan todo lo que hacen sus padres, por lo que sonreírle a la vida siempre será provechoso. Y es que al ejercitarnos liberamos una sustancia llamada endorfina, más conocida como la «hormona de la felicidad». Es por eso que la mayoría de los deportistas que vemos tienden a estar más alegres y con una alta sensación de bienestar.
4. Te protege de lesiones
No hay duda que, al momento de hacer ejercicios, nuestro cuerpo empieza a desarrollar un nivel de masa muscular más elevada que la que poseíamos. Esto también se aplica en la densidad ósea. Por lo que en el caso de caernos o pasar por algún inconveniente, el cuerpo se encontrará preparado y el grado de daño será menor que el de una persona sedentaria.
5. Mejora y fortalece la autoestima
Un estudio de la marca Nike llevado a efecto por la empresa TNS se encargó de demostrarlo. La investigación arrojó: «Entre más de 10 000 mujeres jóvenes de nueve países europeos, entre 16 y 30 años, las que practican deporte de forma regular tienen una imagen de ellas mismas más positiva en comparación con las que no lo hacen».
Es sorprendente la cantidad de provechos que nos deja el simple hecho de dedicar un poco tiempo a ejercitarnos. Y, si se vuelve costumbre y lo incluyes como rutina, cada día será mucho más cómodo y fácil. Ahora solo falta tu motivación y ganas para ser una gran mamá deportista.