Claramente el sedentarismo se ha transformado en la gran epidemia del siglo XXI. Es que el ritmo de la vida actual nos obliga a estar sentados horas y horas, pues la tecnología nos presta cada vez más comodidad, pareciendo que llega a tal punto que, en un futuro no muy lejano, ya ni salir de nuestro hogar será necesario.
Este tema es tomado muy a la ligera por los ciudadanos y, si nos acostumbramos a este ritmo, nos estaría ocasionando un daño irreparable. Pero, ¿qué dirías si te digo que el sedentarismo podría estar encogiendo tu cerebro? Como sabemos, el ejercicio físico es excelente para nuestro organismo, incluso el cerebro. Sin embargo, llevar una vida poco activa, aparte de disminuir la capacidad cognitiva, aumenta el riesgo de arteriosclerosis cerebral, factor que nos perjudica en la disminución de tamaño del mismo, generándonos una posible demencia.
Un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, establece que las personas con mala forma física, en la mediana edad tienen cerebros de menor tamaño. "Nuestros resultados muestran una correlación directa entre la baja forma física y el volumen del cerebro al cabo de unas décadas, lo que indica la presencia de un envejecimiento cerebral acelerado", explica en la revista Neurology, Nicole Spartano, directora a cargo de esta investigación.
Este experimento contó con 1.583 adultos de un promedio de 40 años, los cuales fueron sometidos a unas pruebas de esfuerzo. Ninguno de ellos poseía alguna enfermedad. Luego de 20 años, investigadores volvieron a realizar esta misma a través de resonancia magnética y así medir la capacidad de ejercicio. De acuerdo a los resultados, la baja de 8 unidades se asoció al cabo de estas dos décadas con un menor volumen cerebral, lo que es equivalente al que se produce con el envejecimiento acelerado.
A esto hay que sumarle que a las personas que se le detectaron una mayor frecuencia cardíaca, se encontraban más predispuestas a tener un cerebro de menor volumen.
De todas maneras, este estudio, según señala Spartano, solo indica una teoría observacional, por lo que no existen pruebas que puedan determinar directamente que un bajo nivel físico influya en el tamaño de tu cerebro. No obstante, es importante prevenir. Si eres sedentario, empezar a cambiar esos hábitos, que a la larga, solo te traerán perjuicios a tu salud.
Vía: ABC