Este domingo quedó marcado en la historia del uruguayo Pablo Cuevas. Esto al consagrarse campeón en la final del Abierto de Río de Janeiro frente al argentino Guido Pella, siendo el torneo más importante en su palmarés. No obstante, un factor que pudo haber postergado este certamen fue la intensa lluvia que se produjo, pero la organización logró secar el terreno de juego justo antes de que expirara el tiempo que se había establecido.
A Cuevas no le bastó con eliminar a Rafael Nadal en las semifinales luego de haber derrotado a los argentinos Federico Delbonis y Facundo Bagnis y al brasileño Thiago Monteiro. Su triunfo de ayer fue de 6-4, 6-7 (5) y 6-4, una reñida final que tuvo como conclusión un triunfo para el uruguayo 45º del mundo. Este título de Río es un ATP 500, el de mayor categoría que ha ganado Cuevas con ya 30 años.
El partido tuvo una duración de dos horas y dieciséis minutos y ya un poco después de las 12:30 de la noche se le pudo dar un fin. El atraso se debió a las 3 horas y media de espera debido a las precipitaciones. Luego de este inoportuno, las gradas se encontraban con una notoria reducción en la cantidad de gente, siendo solo unos centenares. Entre ellos habían figuras ilustres como el extenista brasileño Gustavo Kuerten.