Una mala semana tuvieron los tenistas chilenos en sus respectivos torneos. El numero uno de Chile, Hans Podlipnik (167° ATP), cayó por parciales de 2-6, 6-4 y 6-4 ante el dominicano José Hernández Fernández en la primera ronda del Challenger de Porto Alegre. Partido importante ya que el próximo marzo ambos jugadores representarán a su país en la primera ronda del Grupo Americano 1 de la Copa Davis, encuentros a disputarse en Chile.
Dentro del mismo certamen, Christian Garín (301°) fue derrotado en la qualy por 6-4 y 6-2 a manos del brasileño Pedro Sakamoto (530°). Mientras que Gonzalo Lama (376°) cayó en el Challenger de Pereira frente al colombiano Alejandro Falla (123°), por 7-6 (4) y 7-5.
Con estos resultandos, se vuelve engañoso el hecho de que Chile haya ganado 20 partidos seguidos en su búsqueda por volver al Grupo Mundial de la Copa Davis después de seis años, ya que no se mantiene el nivel en el frente individual más competitivo. Pero no es que Podlipnik, Lama y Garín, sumando a Nicólas Jarry (375°) y Juan Carlos Sáez (230°); estén a un mal nivel, no por nada Garín ganó Roland Garros como juvenil el 2013; sino que está camada de jugadores aun parece no explotar para llegar a élite del tenis mundial, ya sea como individual o como el equipo chileno.
Pero aun están a tiempo. Fernando Gónzales demoró cerca de cinco años desde que se volvió profesional hasta entrar en el top 50 del ATP. En ese sentido, Garín lleva tres años, mientras Lama, Sáez y Jarry llevan dos. Es necesario que ellos se conviertan en la nueva camada del tenis nacional como lo hicieron Massu y Gonzáles en su tiempo, ya que para estar en el Grupo Mundial de la Copa Davis, es necesario tener al menos dos tenistas dentro de los 50 mejores del mundo, dejando el margen de error bastante pequeño, ya que de superar la Zona Americana 1 se jugaría la repesca mundial, para el próximo año entrar en la ronda de los dieciséis mejores.