Correr es sin duda uno de los ejercicios cardiovasculares favoritos alrededor del mundo. Es una actividad económica, que impulsa el bienestar, la pérdida de peso, la salud integral y hasta la actividad en grupo, a pesar de ser un deporte que se puede practicar por separado. Solo requiere un par zapatillas y disposición.
Y si bien podemos decir que está de moda o que encanta a muchos, la verdad es que no todos pueden practicarlo. El correr es un ejercicio que es altamente demandante en las articulaciones por lo que no está recomendado para toda condición física. Y como pasa con todo en la vida, a muchos, simplemente no les gusta.
Pero ni la condición física ni el gusto deben alejar a los deportistas del entrenamiento cardiovascular. Este es básico en una composición física óptima y también en la preservación de la salud. Lo que se debe hacer es buscar actividades físicas que promuevan los mismos beneficios y que se adapten a los requerimientos de cada quien.
1) Elíptica: Esta máquina simula un movimiento parecido al subir escaleras o al correr sin poner presión en las articulaciones. Para hacerlo efectivo, el deportista debe tratar de hacerlo a alta intensidad y hacer uso de las manillas movibles para promover mayor movimiento del cuerpo (y con esto mayor quema de calorías). Si bien algunos entrenadores piensan que esta máquina es una pérdida de tiempo, porque hace el movimiento muy fácil, no opone ninguna resistencia e indica una amplia diferencia entre las calorías que expresa quemar y las que realmente consume el cuerpo, la verdad es que los resultados tras ejercitarse en ella se ven en el esfuerzo que la persona le imprima a sus entrenamientos. Mientras más arduo sea este, mayores resultados se obtendrán.
2) Saltar la cuerda: Si bien todavía muchos lo consideran un juego más que un ejercicio, otros lo practican con regularidad por sus beneficios cardiovasculares. Saltar la cuerda trabaja la parte superior e inferior de tu cuerpo y quema gran cantidad de calorías en poco tiempo. Además trabaja la coordinación y agilidad que muchas veces se pasa por alto con otros ejercicios cardiovasculares. En este ejercicio hay que prestar especial atención a las articulaciones porque es un ejercicio demandante. El despegar y aterrizar en el suelo puede causar impacto en rodillas, tobillos y caderas pero si se hace con la técnica correcta puede tener menos impacto que el correr. Es importante realizar este ejercicio en una superficie firme. Y para aminorar el impacto debe evitarse saltar muy alto, procurando que el movimiento levante levemente el cuerpo del suelo y apoyando la fuerza en la punta de los pies y no en el talón. Para lograr los beneficios cardiovasculares de este ejercicio es importante hacer un mínimo de repeticiones que, dependiendo del nivel de experticia de quien lo realice, puede variar de 50 a 200 seguidas sin pausa.
3) Skate sliders: Este ejercicio de bajo impacto puede ser utilizado tanto por deportistas avanzados como novatos. Es un ejercicio que además brinda gran estabilidad a la cadera, una articulación importante que como el hombro, es capaz de moverse en varias direcciones y proporciona estabilidad y movilidad al cuerpo como un todo. Los skate sliders proporcionan beneficios como la mejora de la estabilidad de la cadera, su resistencia, reduce el riesgo de lesión, mejora el equilibrio, fortalece los estabilizadores de la cadera y ayuda a quemar calorías. Además promueve la fuerza interior del muslo.
Este ejercicio se puede hacer en superficies llamadas "sliders" como las que se pueden ver en este video:
También se pueden practicar en cualquier espacio sin un equipo específico, solo con una superficie lustrosa y dos pequeñas toallas como en el video que sigue.
Hay muchas otras formas de hacer ejercicio cardiovascular que no implican correr: subir escaleras, hacer remo, nadar, entrenar con kettlebells, realizar circuitos metabólicos, etc. Lo que se debe recordar es que el ejercicio cardiovascular se puede lograr con cualquier actividad que acelere la frecuencia cardiaca y para ver sus beneficios principales, quien lo practique debe poder realizarlo por un periodo de tiempo sin pausas. Aunque hay protocolos de entrenamiento como el HIIT o Tabata donde se eleva y reduce la frecuencia cardiaca, el fin último es el mantenerla más allá de las actividades normales, trabajar la capacidad respiratoria y mejorar el bombeo de sangre a todo el cuerpo.
Imagen CC Andrew Malone.