Sabido es que el huevo es un alimento nutritivo y uno de los mejores amigos de los deportistas, debido a su alto contenido proteico, pero ¿hay alguna parte que sea más beneficiosa? ¿Es conveniente consumirlo entero?
Lo primero que hay que saber es que tanto la yema como las clara son fuentes de proteínas. En total, un huevo, tiene más de 6 gramos de proteínas. Sin embargo, el valor nutritivo, incluyendo la cantidad de proteína de cada parte, difiere entre las yemas y las claras.
Y acá lo interesante, según el United States Department of Agriculture (U.S.D.A.), las claras de huevo contienen un poco más de proteínas que las yemas, pero no mucho más. Una clara de huevo grande contiene 3,6 gramos de proteína, en comparación con los 2,7 gramos de la yema, cantidad nada despreciable para ningún deportista.
Otra razón que podría tentar a consumir el huevo entero es la distribución de las vitaminas y minerales. Mientras las claras contienen potasio, las yemas son ricas en vitamina A, fósforo, hierro, zinc y vitamina D.
Eso sí, no es recomendable comer huevos en exceso ya que las yemas son ricas en colesterol, ya que contienen alrededor de 184 miligramos de este lípido, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares. A raíz de esto, es que el University of Maryland Medical Center sugiere limitar los huevos enteros a cuatro por semana, situación que cambia si se consume solo las claras al permitir consumir un mayor cantidad de unidades de este alimento.
El Institute of Medicine sugiere que las personas no deportistas consuman al menos 56 gramos de proteína al día en el caso de los hombres y 46 gramos al día en el caso de las mujeres. Sin embargo, los deportistas que practican actividades de resistencia y fuerza o solamente fuerza pueden requerir hasta 2 gramos de proteína por cada kilo de peso corporal como máximo diario. Si multiplicas tu peso en kilos por 0.6 podrás determinar el nivel mínimo, y si multiplicas tu peso en kilos por 0.8 conocerás tu nivel máximo.
Así que ya sabes, comer huevos enteros o por partes es bueno, pero debes controlar las cantidades semanales para evitar excesos.
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