Hasta una semana antes, no tenía panorama para el fin de semana. Muchos pensarán, pero ¿cómo? fin de semana largo, viajar, playa, campo etc, pero ese no era mi caso. Tenía planificado tres maravillosos días en casa en familia, hasta que en Facebook encontré la siguiente publicación: "Vecinos tengo 30 entradas para el ZUMBA FEST, ¿Quién se anota?".
No lo pensé, y de inmediato me imaginé con mi hermana bailando el ritmo latino en medio de la elipse del Parque O`Higgins. Con mis dos entradas en la mano, gracias a la gentileza de Barrio Beauchef Zona Típica, empecé a preparar todo. Lamentablemente mi hermana, no podía ir. No obstante, como siempre, mi mejor amiga dijo presente.
Según la información que habíamos obtenido, el evento comenzaba a las 19:00 hrs. Salí a las 18:30 de mi casa y hacía tanto calor como si fueran las tres de la tarde, pero no importaba, la causa lo valía. Nos juntamos a un costado de la piscina temperada del Parque O`Higgins a las 18:45 hrs.
Al llegar a la elipse, no se visualizaba tanta gente. Es más, pensé que había tenido poca convocatoria, pero claramente me equivoqué. Al ingresar, la gente aparecía por todos lados. Todos equipados a la perfección. En ese momento pensé que tal vez no había sido buena idea ir. Había tanta gente, que no podía imaginar la coordinación entre ellos. Eso sumado al calor, el resultado previsible era el caos. Definitivamente, parada en medio de ese mar de gente, no me sentía una Zumba lover.
En el escenario habían instructores de todo Chile, quienes luego de participar en un casting, tuvieron la posibilidad de compartir escenario con "Beto" Pérez, creador de Zumba, y con la cantante "Mara", ambos de origen colombiano, pero aún con todo su ánimo yo no me convencía.
La hora pasaba lento, pero afortunadamente el sol ya se escondía. De pronto salió al escenario el creador de esta disciplina que ya está presente en más de 180 países. Su estilo me cautivó. Eran las 20:05 y era increíble ver cómo todos movían sus brazos al unísono. En realidad la descoordinación era un concepto que en ese momento no existía entre nosotros. Saltamos desde la salsa al regaetton, del grunge de nirvana hasta el "gracias totales" de Cerati.
Cuando me detuve a tomar agua, miré el reloj y no lo podía creer, eran las 21:45 hrs. Estuvimos bailando con mi amiga casi una hora con cuarenta y cinco, pero de cansancio nada. Realmente sentí que el ritmo y la música me envolvieron completamente. No fue necesario conocer la coreografías con anticipación, porque, realmente todo fluía con la música.
Cuando finalizó el evento, Beto Pérez comenzó a agradecer a los instructores que lo habían acompañado, presentándolos al público. Grande fue mi sorpresa cuando de pronto escuche: "Meherio Rapu, de Isla de Pascua Rapa-Nui" . No lo podía creer y de verdad que el mundo es pequeño. Era mi compañera de colegio cuando yo estaba en la básica. Después me enteré que es instructora hace tres años acá en Santiago y que tiene una escuela en la isla de la misma disciplina.
En ese momento mi percepción cambió completamente, tanto que incluso barajo la posibilidad de incluir zumba en mi rutina deportiva, porque al día siguiente realmente sentí la intensidad que deja practicar esta disciplina.