Es sabido que el ejercicio aumenta el consumo de oxígeno y su utilización por parte de las células del organismo, generando una mayor producción de radicales libres que pueden causar la oxidación de lípidos de membranas celulares y ocasionar un daño estructural. Cuando la actividad física se realiza en el máximo esfuerzo, provoca un desequilibrio entre la capacidad antioxidante del organismo y los radicales libres generados durante el ejercicio.
Para contrarrestar esta situación la vitamina E juega un importante papel. Las investigaciones han comprobado que la vitamina E o tocoferol reduce el daño muscular, lo cual disminuye la fatiga del músculo, propiciando su recuperación.
Por esta razón los deportistas tienen mayores requerimientos de los alimentos con vitamina E, sobre todo es esencialmente útil en caso de ejercicios intensos que vayan más allá de lo anaeróbico o que se hagan en altitud. Al reducir la cantidad de daño muscular que se produce durante el ejercicio, podemos recuperarnos más rápido y acceder a una calidad de entrenamiento más alta.
Las dosis de vitamina E requerida oscilan entre los 300 mg y los 800 mg, durante un período de entre 2 y 4 semanas, aunque las cantidades varían de acuerdo a la intensidad la frecuencia del ejercicio.
¿Dónde encontramos vitamina E?
La mejor manera de obtener los requerimientos diarios de vitamina E es consumiéndolos en la alimentación. Entre los alimentos que contienen vitamina encontramos:
- Aceites vegetales de maíz (como los aceites de germen de trigo, girasol, cártamo, maíz y soya).
- Nueces (como las almendras, el maní y las avellanas).
- Semillas (como las de girasol).
- Hortalizas de hoja verde (como las espinacas y el brócoli).
- Cereales para el desayuno, jugos de frutas, margarinas y productos para untar enriquecidos o fortificados con esta vitamina.
Otros beneficios de la vitamina E
Además, la vitamina E es especialmente conocida por cumplir un gran papel en la prevención de problemas cardiovasculares y en la optimización de la circulación sanguínea. Además, ayuda a que las vitaminas A, C y catotene cumplan sus funciones. Otra de sus funciones es evitar o reducir los daños con envejecimiento en sistema inmune y sistema nervioso central.
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