Completo, exigente y al mismo tiempo entretenido así es el básquet y por eso es una de mis pasiones deportivas. Jugar básquetbol no sólo precisa de dedicación constante sino también de entrenamiento intenso, algo que nació en mí cuando tenía apenas 13 años.
Desde aquel tiempo hasta acá han cambiado muchas cosas como, por ejemplo, la práctica continua que tenía en aquel entonces y que ahora se ha convertido en unos cuantos partidos a la semana. Debo admitirlo, la pereza me gana, pero aunque ya no lo practico como en esos tiempos colegiales, no deja de ser un deporte con el que me desenchufo del mundo.
Es por eso que practicarlo era una necesidad pendiente, no solo por el poco tiempo que me queda después de todas las actividades que debo realizar, sino porque en Santiago Centro, donde vivo, es muy difícil encontrar un espacio donde jugar baloncesto.
Los pocos lugares que me eran recomendados por amigos eran pagados, por lo que inicié la búsqueda de un espacio que me brindara dos características importantes: gratuidad y cercanía, y lo encontré es el Parque O’Higgins.
Anteriormente, comencé a visitar el parque para trotar un poco y fue ahí cuando pude observar que grupos de tres o cuatro jóvenes hacían partidos en las canchas que ahí se encuentran. Desde aquel momento, decidí empezar a jugar nuevamente básquet.
Una de las características del lugar es que estas canchas son de un solo tablero, por lo que si existen deportistas que no les gusta jugar en media cancha no es recomendable este lugar para ellos.
Sin embargo, para aquellos que este detalle pasa desapercibido pues amigos y amigas mías “es hora de jugar”. Esto a mí no me causa molestia, por lo que elegí ir una hora en la que son pocas las personas que están practicando. Los sábados en la mañana son perfectos para calentar y hacer unos cuantos tiros.
Aunque si la cantidad de personas no te molesta puedes ir un poco más tarde, además, que podrás encontrar más basquetbolistas y armar equipos con ellos y empezar un partido. Otras de las ventajas, para mí, es que puedes disfrutar de la tranquilidad que ofrece el lugar, su naturaleza, su laguna artificial y sobre todo puedes aprovechar y realizar otros deportes como running, patinaje y ciclismo. ¡El lugar es perfecto!
Mi rutina empieza a las 08:00 cuando salgo trotando de mi casa, llego al parque a las 08:30 ya “caliente” y listo para hacer unas cuantas canastas.
Les recomiendo llevar su algún tipo de líquido para hidratarse, porque los kioscos están un poco lejos y si son perezosos, como yo, les dará lata salir a buscarlos. Siempre lleven su pelota, hay días que he ido con la idea de jugar y me he olvidado el balón ¡grave error! A esa hora solo yo estoy en esas canchas.
Y por último, deben tener presente que este es un deporte de alta intensidad, por lo que una buena alimentación es indispensable para rendir y hacer "muchos aros", esto porque nunca hay nada que comer en la mañana los fines de semana. Así que es mejor ir preparados.