El fish & chips o pescado y papas fritas, es uno de los platos de comida rápida más populares del Reino Unido y otros países donde se ha extendido. Pero por muy buenas que sean las propiedades del pescado, no es bueno ingerirlo bajo cualquier circunstancia. Acá te contamos por qué.
Muchas son las dudas que asaltan los días previos a una competencia deportiva importante. Ya sea porque es necesario contar con la suficiente cantidad de energía para enfrentarla o por la preocupación de evitar consumir algo que pueda afectar el rendimiento.
El pescado, por ejemplo, es un producto que cuenta con una gran cantidad de proteínas y es parte esencial de la dieta de los deportistas, pero no siempre es bueno comerlo. Ello porque es un alimento de descomposición compleja que requiere bastantes horas y energía para ser digerido por el organismo, por lo cual comerlo antes de una competencia puede traer complicaciones estomacales. Al pescado, se suman otras carnes como el jamón y el pollo.
Las compañeras clásicas de pollo y el pescado, las papas fritas, forman parte también de esta lista de alimentos prohibidos para las competencias. Las grasas son también alimentos de lenta digestión que pueden causar sensación de pesadez que afecta al desempeño físico. Complementan la lista el chocolate, las salsas como la mayonesa, la mostaza y la barbecue, y otros productos como los frutos secos y los lácteos altos en grasa.
La fibra es otro de los alimentos sanos que junto al pollo y al pescado, deben evitarse antes de una entrenamiento o competencia, ya que posee propiedades que facilitan el tránsito intestinal, que pueden provocar hinchazón y molestias a la hora de la práctica deportiva. Se deben descartar los alimentos a base de salvado de trigo, frijoles, frambuesa, manzana, brócoli, cereales alto en fibra y pistachos, entre otros.
Hidratación
Otros de los aspectos importantes es la hidratación. Beber agua no debe ser un tarea que se realice solo frente a la práctica deportiva. Cuando casi 3/4 del cuerpo está conformado por agua, hidratarse es una tarea cotidiana. Por eso beber una excesiva cantidad de líquido antes solo traerá consigo las ganas de eliminarla, no alcanzando a ser absorbidas a nivel celular. Lo recomendado es consumir 500 cc de agua dos horas antes y 250 cc quince minutos antes de una competencia. Si la actividad física es superior a la hora o a la hora y media, se recomienda tomar bebidas isotónicas durante su desarrollo. Después de la misma se recomienda, a nivel general, consumir 500 cc extra o más, de manera parcelada, hasta la sensación de saciedad.
Como consejo general, recuerda no probar nuevos alimentos o formas de hidratación el día de una competencia importante y sí hacerlo durante los entrenamientos para que llegues mejor preparado a la misma.
Imagen CC Context Travel