El running es asociado comúnmente al esparcimiento, a la alegría y a una vida sana, pero existen situaciones de esta práctica que se escapan de este marco conceptual. El llamado "muro" es un fenómeno que inhabilita a los corredores, a tal punto que todos quienes lo han vivido lo evitan.
Es un cansancio físico y mental que llega de súbito al cuerpo y que se produce comúnmente después del kilómetro 30. Es como un golpe fuerte -de ahí su denominación- que inhabilita a tal punto que obliga a los corredores a bajar el ritmo, parar e incluso a abandonar una carrera. Gráficamente es como si un corredor apenas se pudiera mantener en pie.
¿Cuál es la explicación? las razones son varias. La principal es la disminución de los niveles de nutrientes que permiten al cuerpo rendir en el maratón. El glucógeno empieza a escasear en los kilómetros del muro cuando no se ha repuesto adecuadamente a lo largo de la carrera y no se han consumido los hidratos de carbono necesarios para una tarea de este tipo, ya sea con geles o con bebidas isotónicas.
Otra de las causas comunes de este fenómeno es la fatiga muscular. Y es que correr durante 30 kilómetros tiene consecuencias para cualquier persona. Por eso es esencial tener una buena preparación física. Para correr un maratón se recomienda tener cierto tiempo corriendo que varía de acuerdo a la capacidad física de la persona, pero en términos generales, se recomienda haber corrido al menos dos veces una carrera de 30 kilómetros. Y no basta solo con correr, además se requiere realizar actividades de fortalecimiento muscular que se pueden realizar en gimnasios o con otro tipo de implementos e incluso con ejercicios realizados con el propio peso corporal.
Un tercer punto esencial para cualquier maratón es el componente sicológico. Cuando se empieza a correr bajan los niveles de dopamina y con ello comienza a aparecer la frustración. No por nada, el cerebro es el responsable de la producción de energía en el cuerpo y de mandar las órdenes mecánicas a los miembros que realizan la carrera. Si el cerebro falla, el cuerpo falla. Las frase "No puedo más", es la peor que uno puede decirle al propio cerebro, puesto que se convence de eso.
Algunas técnicas que pueden ayudar a superar la desmotivación es ponerse metas cortas: por ejemplo, establecer tiempos para metas cada 3 o 5 kilómetros. Otra opción es jugar con las cantidades de kilómetro. Es distinto decir me que quedan 30 km a decir ya llevo 12 km con 195 m. También ayuda mucho correr con un compañero ya sea conocido o con alguien que corra a tu mismo ritmo en el maratón. Incluso amigos, familiares o simplemente caras conocidas en los últimos puntos del circuito pueden alimentarte con algunas frases motivadoras.
Terminar un maratón no es fácil, pero una vez que pases el muro correr los últimos kilómetros será una misión a terminar a toda costa que te traerá muchas satisfacciones (y dolores).
Imagen CC Rennett Stowe