Siendo muy, pero, muy sincero creo que los últimos meses que he realizado deporte lo he hecho con el objetivo fijo de bajar unos ‘kilitos’ que tenía de más, pero estoy seguro que esta sinceridad es la realidad de muchas personas.
El sedentarismo es la característica principal de la vida actual y ese es el factor causal que hace que la ‘guatita’ crezca. Y si a esto le sumamos la comida poco saludable que consumimos, tenemos como resultado levantarte una mañana y descubrir que uno de tus jeans no cierra. Esa fue mi historia.
Desde aquella mañana supe que tenía que bajar de peso. El reducir la grasa y el azúcar no es suficiente. ¡Créanme! Hay que hacer ejercicio. Fue por esa razón que opté por practicar algún deporte, pero el ir a un gimnasio no era mi opción, así que decidí hacerlo por mi cuenta, a mi ritmo y al aire libre.
Los primeros días corrí cerca de mi casa y sólo daba la vuelta a la manzana. No obstante, no era lógico para mí, intentar desintoxicar mi cuerpo y al mismo tiempo intoxicarlo con el humo y el ruido de los carros que circulaban. Lo admito, pensé en dejarlo, pero recordé que antes, cuando tenía una vida más tranquila (no trabajaba) hacía caminatas con amigos o pololas al Parque O´ Higgins; y fue así que me decidí en escoger este viejo lugar.
El primer día fui relativamente temprano. Nueve de la mañana ya estaba ahí. Era sábado y varios eran los jóvenes y adultos que corrían en la pista del lugar. Sin embargo, el lunes que regresé y el panorama cambió. Eran pocos quienes corríamos en el sitio. Esta situación me desanimó, pero antes de desistir definitivamente, cambié de horario.
Fui un miércoles a las 18:00 y me quedé admirado, porque encontré a varias personas que realizaban esta actividad a esa hora. Con el paso de los minutos observé como aumentaban los deportistas y eso fue lo que definitivamente más me agradó. Encontré conocidos y hasta antiguos compañeros de trabajo. Algunas ocasiones van muchas personas, otras veces son pocos, pero siempre existe alguien realizando actividad deportiva.
Ahora corro tres veces por semana, una hora aproximadamente por cada jornada. Ya no lo hago por perder peso, sino porque casi es una costumbre. Además, cuando termino mi sesión deportiva, doy un paseo por el parque, especialmente por los alrededores de la laguna que ahí se encuentra.
Sin embargo, considero que la presencia de muchas otras personas es irrelevante, esta área verde sigue siendo las opción también para ellos, porque las 76 hectáreas del parque permiten encontrar un lugar específico para correr, disfrutando de la naturaleza, el aire menos contaminado y la tranquilidad para hacer algún deporte.
Para recordar: El parque O´Higgins se ubica en la estación homónima del Metro de Santiago y cerca de la Autopista Central.