El Skate es sin duda uno de los deportes extremos más practicados en el país, inclusive en el mundo, reuniendo a millones de jóvenes y no tan jóvenes con un mismo gusto, el gusto de la velocidad, peligro y las ganas de pasarlo bien, porque más que un deporte es una forma de vida, de vestir, de hacer amigos, todo se complementa. En los años 80 este deporte llegó a Chile, pero no es como lo vemos hoy en día con piruetas y deslizadas, si no que era un deporte de velocidad y giros, completamente diferente a lo que es ahora, hasta la misma forma de la tabla y sus componentes han cambiado.
A fines de los 90 se masifico este deporte, ya habiendo en la capital un par de tiendas especializadas donde podíamos encontrar tablas, trucks, ruedas y zapatillas para practicarlo. El boom fue más menos en el 2000 donde todo joven quería salir a “patinar”. Pese a ser un deporte conocido, nunca logró consolidarse, y es por los adultos, aunque suene raro, ya que siempre pensaron en que los Skaters eran delincuentes por su forma de vestir que es bastante peculiar (en ese entonces se usaban bastante las zapatillas anchas, pantalones abajo y polerones con capucha), pero hoy va avanzando más que nunca, ya que se elimino un poco el estereotipo del Skater y además ya existen más de 10 Skateparks a lo largo del país.
Pero, ¿Cómo se entretienen saltando sobre una tabla?
Pues no es solo saltar sobre una tabla, sino es crecer junto a ella, aprender a realizar los trucos más difíciles, hacerse amigos, vivir una vida junto a tu tabla, auto superación más que nada. Si te caes haciendo un truco te paras y vuelves a hacerlo hasta que te salga. Pese a que la sociedad se ha acostumbrado y ha eliminado su visión frente al Skater, siguen habiendo algunas disputas entre los 2, ya que el Skater callejero usa la calle para andar, por lo cual desgasta varios lugares públicos, lo que sin duda no es muy bien visto.
Deslizar una baranda, un muro, saltar una escalera o simplemente patinar en una plaza es lo que hacen estos jóvenes diario a diario, es su pasión, y es una pasión que no acabara de un día para otro, aunque sigan existiendo los Skate Stoppers siempre encontraremos un lugar donde patinar tranquilos y hacer volar nuestras mentes, pues más que un deporte es una pasión.