Tips para reconocer a un aficionado al running

José Amigo Arias Oct 8, 2014
Compartir:

Piensas que correr es el mejor deporte del mundo porque no requiere mayor esfuerzo, lo haces cuando quieres y en casi todo lugar es posible hacerlo. En realidad eres un runner aficionado. Yo también lo soy, razón por la que te detallo algunas de las cosas y experiencias que de seguro a ti también te suceden.

-Te decidiste a hacer running porque creías que este era el deporte más fácil, pero cuando empezaste a correr te rendiste a los 10 minutos.

-Para el primer día de running te pusiste como meta dar 10 vueltas al parque ¡Meta inalcanzable! Apenas llegaste a las dos y media.

-Durante los primeros días, ibas y venías desde casa hasta tu lugar de entrenamiento corriendo, ahora sólo caminas. En tu mente dices ¿Para qué gastar energía antes de tiempo?

-En esta misma situación, no descansabas ni en los semáforos en rojo ¡Siempre trotando, aunque sea en tu propio terreno!

-Como todo buen deportista creías que la hidratación era tan importante, que a cada paso tomabas tanta agua hasta que terminabas empachado.

-Te has excedido corriendo tanto tiempo, que al día siguiente no podías mover un solo músculo.

-Creyéndote un gran corredor, has comprado varias zapatillas, a pesar de que sólo corres dos veces al mes.

-Te compraste un cronómetro, pero ni siquiera lo sabes utilizar. Es un bonito accesorio que sacas a pasear de vez en cuando.

-Tienes tu celular tan lleno de apps para hacer running, que ya no entra una aplicación más.

-Con el tiempo, tus piernas se han tonificado, pero tus brazos siguen flacos y flácidos ¡Grave! El resto de tu cuerpo también necesita ejercicio.

-Cuando consumes comida chatarra, piensas inmediatamente “Mañana corriendo pierdo estas calorías”.

-Te animaste a correr con amigos, creías que sería productivo, pero nunca corrieron, todos terminaron caminando y yendo a tomar cervezas.

-Creías que correr en la montaña era lo mismo, pero no duras 100 metros seguidos. Tu cuerpo rinde en planicies.

-Te has inscrito en tantas competencias como las que te has enterado, pero has faltado a más de una.

-Cuando te animas a ir a una corrida, tu familia cree que llegarás de los primeros -para eso entrenas- pero pasaron los 40 primeros y tú todavía no apareces.

-Ahora que te crees deportista, te has vuelto exquisito y sólo quieres comer alimentos que te proporcionen fibra.

-Has empezado tu rutina, vas bien, pero una piedra se ha interpuesto en tu camino ¡Has ido directo al suelo!

-Creía que eras corredor a todo terreno, pero un poco de lodo y no podías dar un paso.

-Buscas lugares naturales que te brinden tranquilidad para correr, pero quedan tan lejos de tu casa, que terminas haciéndolo en las veredas, esquivando a los transeúntes.

-Para dejar las veredas, has utilizado las ciclovías, pero ahí también has tenido que esquivar a los ciclistas.

-Nunca sales a correr sin tu música y tus audífonos. Y si sales sin ellos, regresas sólo para llevarlos contigo.

-Haciendo la mejor de tus rutinas te llegó un calambre que te arruinó tu día ¡Acuérdate, siempre hay que calentar!

-Los videos que te dicen cómo mejorar tu técnica a la hora de correr son parte de tus últimas visitas en Youtube.

-Cuando tu familia decide ir al parque, ellos pasean tranquilamente, mientras tú pones a dar vueltas alrededor del parque.

-A pesar de que llueve, sales a correr y le demuestras al mundo que al amor al deporte es más grande.