De "dopaje tecnológico" fue acusada la ciclista de origen belga, Femke Van den Driessche, cuando descubrieron instalado un pequeño motor en su bicicleta. Todo esto en el marco del Mundial de ciclo-cross, siendo el primer fraude tecnológico asociado al ciclismo.
Brian Cookson, presidente de la UCI (Unión Ciclista Internacional), está al tanto de la situación, por lo que empezarán a regir controles ocasionales con la intención de prevenir cualquier tipo de acto indebido en este deporte.
De acuerdo al reglamento, Femke Van den Driessche, una de las competidoras favoritas, estaría quedando desclasificada del Mundial de ciclo-cross, como también suspendida de la actividad durante seis meses y una multa que podría llegar a la suma de 208.000 dólares.