Parque Bicentenario: un buen lugar para correr

José Amigo Arias Sep 6, 2014
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Todo empezó una tarde de paseo con mi sobrino, hace no más de dos semanas. A sus ocho años -como la mayoría de los niños- solo se tiene una idea fija en mente “convencer al tío para que lo lleve al parque”. Como él conoce mis debilidades, sabía que iba a aceptar. Esta vez y como siempre ¡ganó!, aunque creo que ganamos los dos, porque yo encontré otro lugar para realizar deporte.

Ese día, el Parque Bicentenario estaba lleno de personas, especialmente de padres con sus hijos. En principio no pensé en hacer mi rutina de ejercicios en este lugar, pero luego fui cambiando de idea.

A pesar de que cuando corro me gusta ver cómo otras personas también lo hacen, porque así me motivo, no me gustan mucho las aglomeración o multitudes. Sin embargo, el Parque Bicentenario es tan grande, que decidí intentarlo.

Llevo algunos meses trotando. Al principio lo hice porque estaba "pasado de peso", ahora lo hago porque (a pesar del cansancio) correr me proporciona mucha energía, para el trabajo y para la universidad. Además, que me encanta conocer gente, compartir y “romper la rutina” algunos días a la semana.

En este parque hay espacio para todo: desde los pasos peatonales y las rutas para los ciclistas hasta los juegos recreativos para los niños e incluso una laguna artificial.

Mientras se trota se pueden admirar los jardines, el área de juegos y las esculturas del sitio. A quienes les falta el aire como a mí y tienen que detenerse entre tres o cinco minutos para volver a correr, lo pueden hacer justo cuando estén en el Paso de los Plátanos, desde donde se admira todo el parque.

Los accesos están en buen estado y hasta existen dispensadores de agua, donde uno puede tomarla directamente o llenar las botellas que lleva consigo. Los días que realizo este deporte son entre semana y recomiendo esta misma jornada para aquellas personas que quieren un poco más de soledad y concentración.

No obstante, no todo es “maravilloso”. El único problema que yo tengo es que no puedo trotar de forma continua desde la parada de metro Tobalaba (donde me quedo), hasta el parque. No existen los accesos peatonales adecuados para hacerlo. Así que es mejor caminar y sólo ejercitarse cuando se llega al parque. Quizás para otras personas que toman otras rutas de accesos puedan disfrutar el ejercicio desde antes de arribar a esta área verde.

Para recordar

Quienes hacen deporte en la noche no van a tener problema, porque todo está iluminado. Existen cuatro accesos al parque como son: Alonso de Córdoba por la avenida Bicentenario. Rotonda Pérez Zujovic por la calle Dag Hammarskjöld. Avenida Bicentenario por la calle O’Brien y finalmente Avenida Bicentenario por la calle Isabel Montt.