Ya sea que estés buscando reducir la cantidad de calorías o queriendo agregar más nutrientes a tu alimentación, es importante sumar una o dos colaciones a la rutina diaria clásica de comidas (desayuno, almuerzo, once/cena). Las colaciones bajas en calorías pueden ayudar a llenar el vacío entre comidas, y de esa manera te será más fácil decir “no” a otras comidas más calóricas. Un bocadillo muy calórico entre comidas puede marcar la diferencia y hacerte subir de peso. Y si lo que quieres es correr más lejos o más rápido, la colación correcta en el momento correcto es la clave.
Pregúntale a cualquier corredor cómo se siente salir a correr con el estómago vacío, él estará de acuerdo con lo que demuestra la investigación: que comer antes de una corrida influye positivamente en la velocidad y el rendimiento, especialmente al final del entrenamiento. Y cuando hayas terminado de ejercitarte y sabes que necesitas recuperarte, pero no eres capaz de comer mucho, prueba con un “snack” que te provea de las proteínas, carbohidratos y electrolitos vitales para tu recuperación.
En el momento preciso
La mayoría de los corredores sienten hambre todo el día, sin embargo hay unos que gustan de comer varias pequeñas comidas al día, mientras que otros prefieren las clásicas tres comidas diarias. Lo importante es que estas comidas sean planeadas acorde a las actividades que se tendrán en el día. Si vas al gimnasio, seguramente querrás comer algo liviano antes, para que te de energía, pero sin sentir el estómago pesado. Lo más recomendable en estos casos son las frutas, productos lácteos bajos en grasas, smoothies, leches vegetales, granos, y comidas no procesadas, barras de cereal caseras, que aportan la mezcla perfecta de calorías y nutrientes.
Organizarse con la alimentación no solo es útil para los deportistas, todas las personas deben ser ordenadas con su alimentación, para mantener el metabolismo activo lo mejor es comer varias veces al día (pequeñas porciones de alimentos saludables, por supuesto).
Todos los cuerpos funcionan de distinta manera. Cada uno de nosotros sabemos qué nos funciona y qué no, es por esto que hay personas que se alimentan de manera muy sana y ordenada en la semana, y el fin de semana se desordenan con los horarios y con el tipo de comida. Otros se someten a periodos enteros de alimentación y horarios estrictos, pero cuando terminan ese periodo se relajan. Lo importante es ajustar la alimentación al estilo de vida que cada persona lleva, y a su metabolismo.
Variedad
Mientras más colores tiene tu comida, más variedad de nutrientes estás ingiriendo. Arándanos, frambuesas, piñas, naranjas, cada una de estas frutas ofrece un catalizador de salud y energía.
Los alimentos verde oscuro poseen nutrientes tales como la luteína, fibra, folatos y vitamina A. Los blancos, como la coliflor, cebolla o ajo, poseen componentes fortalecedores de la inmunidad y que combaten inflamaciones. Si te inclinas por una naranja, obtendrás vitamina C, protectora del colágeno y estimuladora del sistema inmunitario, y la vitamina A, que fortalece la visión.
Como pueden ver, alimentarse de una amplia gama de colores nos hará obtener las vitaminas y minerales esenciales, que es mucho mejor que tomar suplementos de éstos. Siguiendo estos consejos te será mucho más fácil escoger mejor tu alimentación. Y sí, habrá oportunidades para desordenarse y no hay que dejarlas pasar, es simplemente contar con una organización para la rutina, con horarios que nos ayuden a rendir al máximo.
Vía: Runnersworld