Estos últimos días que he estado bien resfriada, me quedé pensando: ¿hace mal ejercitarse mientras uno está enfermo? En el colegio estar enfermo significaba saltarse deporte, para no enfriarse y empeorar. Pero ahora, sabiendo todas las cosas buenas que nos aporta el ejercicio, ya no lo tengo tan claro. En general, depende un poco de los síntomas. Por ejemplo, si tienes problemas respiratorios, y una capacidad menor de oxigenación, hacer deporte no es una buena idea. Tampoco si tienes fiebre, ya que lo más recomendado para eso es el reposo sobre todo porque el cuerpo está débil y adolorido.
Pero si hay ganas de practicar algún deporte, ¿es bueno hacerlo?
Cuando uno se ejercita, la sangre fluye más rápido, el cuerpo entero se oxigena, se transpira y se botan toxinas. Eso es bueno para combatir algún cuadro viral. Además, aporta endorfinas y sube el ánimo, lo cual puede ayudar a recuperarse más rápido.
Se realizó un estudio en una universidad de Estados Unidos, a un grupo de personas, quienes estando sanas se les “contagió” un resfrío y otro grupo se mantuvo sano. Al tiempo en que este resfrío estaba con los síntomas en el peor estado, se les midió su capacidad física y pulmonar, y como resultado, el resfrío no los afectó. Luego, a otro grupo se les midió el efecto que tuvo hacer ejercicio sobre los síntomas y el tiempo de recuperación, en comparación con un grupo que no practicó ningún deporte, y el ejercicio no afectó en su tiempo de recuperación. La única diferencia es que los que habían hecho ejercicio se sentían mejor psicológicamente.
Al parecer, más que mejorarse antes o no, es cierto que el ejercicio sube el ánimo y el ánimo ayuda a sentirse mejor. Mientras evites los cambios de temperatura, la deshidratación, y el contagio, no debería haber problemas. En varios sitios dicen: si tus síntomas son del cuello hacia arriba, práctica tu deporte, si los síntomas son del cuello hacia abajo, mejor descansa.