La disciplina del yoga es una de esos entrenamientos que todos quieren hacer pero que, a la larga, muy pocos se adaptan a su ritmo y a todo lo que trae consigo consiente o inconscientemente. Cuando practicamos yoga no solamente entrenamos nuestro cuerpo, si no que también nuestra alma, por lo que despiertan más intereses y metas que cambian por completo nuestra vida.
En esta oportunidad les contaré sobre 10 metas que enfrenté y logré tras un par de años practicando yoga, pueden sonar muy obvias, pero no si adecuamos nuestro estilo de vida de a poco nos costará mucho realizarlas.
#1 Proponerme ser más feliz siempre
Suena a auto ayuda, pero no. El yoga hace que podamos comprendernos más allá de lo cotidiano y saber que nuestro estado de ánimo en muchas oportunidades depende siempre de nosotros, por eso hay que proponernos estar felices, esto también nos ayudará a sentir nuestro cuerpo de mejor manera, evitar el estrés y atrevernos a realizar nuevas cosas con nuestros amigos. Una cosa que también he aprendido a lo largo de esta meta es estar bien con mi compañía, disfrutar los momentos a solas.
#2. Estar más saludable
Cuando comencé a hacer yoga, lo hice por tonificar mi cuerpo y ver que impacto podía tener en mi concentración y creatividad. Estos fueron efectos secundarios que provienen del estar más saludable. A medida que vamos realizando nuestras asanas (posturas del yoga) y meditamos inconscientemente nos queremos sentir más saludables y buscamos diversas vías para intentarlo. Desde dejar las bebidas con gas y azúcar hasta el veganismo, cada uno canaliza de manera diferente su cuerpo.
#3 Realizar actividades sociales con mayor frecuencia
Generalmente cuando comenzamos algún tipo de entrenamiento, nos enfocamos tanto que perdemos parte de nuestra vida social. Con el yoga pasa todo lo contrario, tenemos ganas de sociabilizar, conocer a más gente que esté en el mismo plan que nosotros, estamos más abiertos a escuchar y realizar actividades que antes hubiésemos pensado más de dos veces.
#4 Viajar más.
Cuando se despiertan nuestros sentidos, es imposible parar esas ansias por más: el viaje es la solución perfecta para esto, meta que además se conecta muy bien con las anteriores. Ya sea dar largas caminatas observar el entorno, viajar un fin de semana o conocer lugares exóticos, todo es válido. Solo hay que dar el primer paso y de seguro, no te arrepentirás.
# 5 Dormir mejor
Dormir bien es siempre una de las metas que nos proponemos cada semana y que nunca cumplimos. ¿por qué es tan difícil poder dormir bien? Generalmente nos quedamos pegados en cosas sin importancia alguna que nos quitan 2, 3 e incluso 4 horas de sueño. Practicando yoga tendrás una mayor relación con tu cuerpo, y entenderás cuando debes dormir para amanecer repuesto todos los días. Verás como todo cambia.
#6. Ser más consciente con mi cuerpo
Como te comentaba en la meta anterior, cuando realizamos yoga somos muchos más conscientes de lo que nuestro cuerpo necesita: ya sea las horas de comida, la cantidad de sueño, ejercicios, ocio, etc. Sin duda activamos ese sexto sentido que nos conecta con nosotros y que de a poco estamos dispuestos a cumplir.
#7 Mejorar la disciplina con que hago las cosas
La disciplina es un problema que nos afecta a todos, y como no! Si nuestros celulares no nos ayudan mucho, necesitando el brillo, colores y movimientos que realizamos a medida que pasa el día. Realizando yoga me di cuenta de que esto ha cambiado, mi concentración está mucho más activa, al igual que mi creatividad y la forma en que realizo actividades que antes me demoraba horas.
8. Aprender a escuchar
Dicen que uno de los males del hombre moderno es no saber escucharse ni a si mismo. Cuando practicas yoga algo de esto cambia. Ya te comenté que entendemos nuestro cuerpo de diferente manera, ahora también tenemos la capacidad de poder escuchar a los demás y mejor. Nos convertimos en mejores oyentes, porque estamos en un estado en que las palabras se convierten en un tesoro que deben aplicarse cuando sean necesario.
9. Ser mucho más flexible.
Al conocer mayor numero de personas realizando una disciplina como esta, muchas veces nos encontramos con posturas que no son ni siquiera parecidas a nosotros. Es por eso que una de las metas fundamentales a las que me enfrenté fue a la flexibilidad: tanto corporal como mentalmente. Saber comprender, dialogar y expresar con nuestro cuerpo es una de las cosas más lindas que podemos encontrar con el yoga.
10. Tener mayor interés en aprender cosas nuevas
Esta curiosidad y apertura que les he comentado todo este rato han hecho que tenga más ganas en aprender aún más cosas, esto ha hecho que me atreva a realizar otro tipo de actividades, hobbies y entrenamientos que antes no hubiese querido probar. El yoga pone a prueba tu cuerpo, y si eres capaz de controlarlo, serás capaz de realizar cualquier otro tipo de entrenamiento.
Espero que mis metas te hayan inspirado para buscar las tuyas o estas mismas realizarla. Son cosas que como mencionaba anteriormente pueden sonar muy básicas pero nos toma tiempo ser consciente de estas e integrarla a nuestra rutina diaria.
Imagen CC: Tony Felgueiras