7 cosas sobre el running que quizás no sabías

Al hacer running, te darás cuenta que tanto las metas que quieres cumplir como las cosas que puedes aprender son bastantes. Es por ello, que hay ciertos hechos que probablemente le pasen día a día a un corredor, pero no se ha percatado. Si es así, o vas a empezar con una rutina de running, ten en cuenta estos datos que te pueden ayudar a hacer del correr una actividad mucho más amena de lo que ya es:

1. Habrán días que odiarás correr

A la hora de empezar a correr, todos partimos con un gran entusiasmo, sobre todo los primeros días. Pero obviamente con una semana no obtendremos avances en nuestro estado físico y considerando que, como todo en la vida, no siempre habrán ganas de hacerlo, hay que luchar contra eso para hacer del running una buena costumbre.

Ponte metas a corto plazo, corre con más gente, participa en corridas. En resumen, haz más entretenida la experiencia para que empiece a ser parte de tu vida. Para eso, puedes visitar este artículo en donde hay 5 consejos para hacer del deporte un hábito.

2. No es tan barato como crees

Para hacer running, puedes empezar con las zapatillas deportivas correctas y una indumentaria clásica de cualquier deporte. Pero al ir incursionando en el acto de correr, te darás cuenta que no todo es tan simple en materia económica. Ropa deportiva adecuada, botellas de aguas, alimentos deportivos, pagar los eventos running junto a otro grupo de cosas que pueden hacer sufrir un poco la billetera de un corredor bien adentrado en este mundo.

Unos buenos consejo sería cuidar bien tus zapatillas, aunque obviamente cámbialas cada cierto tiempo; comprar modelos de ropa fuera de temporada que puedan servir tanto en invierno como en verano; aprovecha los descuentos que algunas corridas te pueden ofrecer. Siempre hay una empresa que auspicia y si no eres cliente de ella, pídele a algún amigo que la compre por ti.

3. Las quemaduras y ampollas

Como todo deporte, las lesiones son algo común, pero en el running hay que tener cierto cuidado con las ampollas y las quemaduras que ésto puede provocar. Muchas zonas del cuerpo están en constante roce con la ropa, como los pies. Para eso es bueno usar ropa deportiva de algodón para hacer más suave ese roce.

También es recomendable que si eres de los runners que corren muchos kilómetros, usar un lubricante deportivo como BodyGlide en las partes propensas a sufrir quemaduras por el roce.

4. En algún momento tendrás que ir al baño

Cuando la naturaleza llama, hay que ir. A la hora de una carrera, existirán baños cercanos puestos por la organización para hacer tus necesidades básicas, pero al correr por cuenta propia el problema puede llegar a ser bastante incómodo.

Ahora claro, corriendo en un cerro o lugar más rural, no es tanta la necesidad de un espacio privado para ir al “baño”, solo debes esconderte lo suficiente para que para mantener una cierta privacidad.

Pero en la calle, claro que es más difícil la situación, pero no dejes de hidratarte pensando que mucha agua te puede dar más ganas de ir al baño. Haz tus necesidades antes de salir de tu casa para estar cómodo durante la actividad deportiva y ten en cuenta cómo funciona tu organismo con respecto a las ganas de ir al baño

5. El montón de ropa deportiva sucia

Si haces running varias veces a la semana, te darás cuenta de la gran cantidad de ropa que usas. Claramente no puedes estar lavando todos los días. La cuenta del agua o lavandería crecería bastante. Pero por desgracia, tener suficiente ropa es algo que hay que hacer si se piensa hacer deporte constantemente porque además, si no se lava bien seguido dicha ropa, puede acumular bacterias que van a generar mal olor incluso antes de correr.

6. No siempre podrás correr

Claramente, la vida puede ponernos obstáculos en el camino que eviten que corramos. Ya sea por una lesión o otro tipo de problema, no siempre se puede correr, pero este hecho puedes verlo desde el lado positivo y usarlo como una oportunidad para algo más.

Si estás lesionado, puedes trabajar otra parte del cuerpo que no afecte la recuperación de dicha lesión o mantenerte activo haciendo algún otro deporte que sea de menor impacto como el yoga o nadar. El punto es no dejar de hacer actividad física para no desmotivarse en la misión de hacer de ella un hábito.

7. Hablar de running hasta por los codos

Al hacer el running un hábito importante dentro de nuestras vidas, es obvio que querremos hablar de eso con alguien, y no mantendrás entretenido al público que realmente no está tan dentro de este mundo como tú con conversaciones sobre zapatillas o música motivacional para correr.

No estás solo y siempre habrá alguien que haga running igual que tú. Ellos serán una un oído que escuche y a su vez, una voz que te retroalimente con consejos para mejorar tu vida de corredor. Si en tu grupo familiar y de amistades hay pocos que hacen running, quizás puedas motivarlos para que te acompañen y vean las bondades que trae consigo la vida deportiva.