No caigas víctima de una de las heridas de guerra más comunes de los corredores
¿Alguna vez has experimentado la desagradable sensación que se siente cuando tus muslos han rozado de manera tal que pareciera que te hubieses pasado un rallador por la piel? Las escoriaciones son el resultado de la fricción de la piel contra sí misma o contra la ropa. La prevención es la clave para evitar estas dolorosas lesiones. Veamos:
Para prevenir:
-No uses algodón: absorbe el sudor y no se seca. Prefiere las telas sintéticas.
-Evita las etiquetas y costuras: pueden causar irritaciones.
-Vístete adecuadamente: un sostén muy apretado puede incrustarse, el exceso de tela de una polera ancha puede molestar.
-Protege tus piernas: los shorts de compresión pueden salvar tus muslos de las abrasiones.
-Cúbrelos: la protección de los pezones es esencial para los hombres. Puedes usar incluso bandas adhesivas.
-Engrásate: aplica lubricante en las partes propensas a abrasiones y escoriaciones, con productos como BodyGlide.
-Hidrátate: la hidratación minimiza la concentración de sal en el sudor. La sal tiene un efecto “lija” en la piel.
- Huméctate: la piel bien humectada (aplica loción dos veces al día) es menos propensa a las escoriaciones.
Para tratar:
Enjuaga: dúchate apenas puedas luego de correr, con agua tibia. Usa jabón actibacteriano para mantener las bacterias a raya y que no alcancen la piel expuesta y produzcan problemas como foliculitis, una enfermedad de la piel frecuente en los atletas.
Alivia: aplica un ungüento especial para este tipo de lesiones, sin frotar, sino esparciendo suavemente con la yema de los dedos.
Vía: Runnersworld