Mi ruta cletera favorita es, sin lugar a dudas, la ciclovía del puente Llacolén, calzada que se extiende desde San Pedro de la Paz (comuna) hasta la costanera. Los que viven en Concepción darán cuenta de lo atractivo de este recorrido, una extensión de más de dos kilómetros habilitados, con amplio espacio de recreación y vista a la desembocadura. Tal vez exagero, pero este paseo puede ser uno de los más concurridos por los ciclistas y trotadores que viven cerca del río Biobío.
Opciones hay muchas. Si lo que quieres es un paseo lento, en familia, y una vista de ensueño, este camino señalizado, seguro, y bien marcado puede ayudarte a tener una sana y rica tarde junto a los más queridos, esto claro si hay buen tiempo. Bien sabemos los penquistas lo que significa un mal sol en nuestras tierras, más si estamos cerca del río y sus cercanías, así que si quieres pasear con niños o con gente inexperta, te recomiendo que mejor busques otro lugar.
Si estás solo, y lo que quieres es más bien un reto, no repares en el viento enemigo. Todos quienes han pedaleado por estos lares, con lluvia y el aire en contra, sabrán el esfuerzo que significa, pero también lo divertido y reconfortante que resulta el llegar al otro lado, gota gorda que con un ejercicio constante y una buena preparación lentamente puede transformarse en un trámite. Si te atreves y tienes buen transporte, no dudes en probar este recorrido también con mal tiempo, puede significar un reto interesante.
Si eres experimentado o se te hace muy corto el camino, puedes aventurarte aún más allá, y pasar por debajo del puente ferroviario, a unos minutos de distancia. A lo lejos podrás notar, en paralelo, el largo y amarillo conector de trenes, que también acerca a ambas comunas y por el que actualmente pasa el Biotren. Un poco más allá también podrás observar la entrada del segundo puente en importancia de Concepción, el Juan Pablo II.
Es necesario informar que posterior al terremoto de 2010, este último enlace sufrió incontables daños estructurales, de los cuales solo algunos fueron arreglados. Otros deterioros quedaron tal cual, como fierros sueltos, aguajeros en el piso y postes doblados, por lo que su uso debe ser ejecutado con extremo cuidado. Si lo logras habrás recorrido a lo menos otros 2 kilómetros (y fracción) más de puro ejercicio, una cuota no menor teniendo en cuenta lo expedito del viaje y las casi mínimas pausas que debes de hacer.
Personalmente es uno de mis lugares favoritos cuando me atrevo a usar mis piernas, ya sea para un rico paseo en bicicleta o un trote de fin de semana. No importa el día, pues estos sectores, a pesar de ser usados continuamente por peatones y deportistas, en la semana, no muestran atochamientos considerables en su ciclovía, no así la vía de autos, claro.
Repito, uno de los sitios obligados si eres recién llegado a la ciudad y buscas rutas fuera de la ciudad, con espacio, señalizadas y sin molestias. Si conoces el lugar u otros datos de interés del mismo, te invito a comentar bajo la descripción.